En el Reino Unido una mujer ha gastado 4,000 libras esterlinas (unos 6,500 dólares) en comprar pintura ‘antirradiación’ para proteger su casa de las señales de wifi y móvil, ya que asegura que estas le causan dolor de cabeza.
Russell dice que sufre de electrosensibilidad, que incluye dolores de cabeza tan fuertes que la limitan: por ejemplo, no puede ir en autobús debido al número de móviles a bordo. También evita los ordenadores.
No obstante, asegura que la nueva pintura de su casa en Steyning, Inglaterra, ha minimizado los efectos de las señales.
“El proceso de pintado de las paredes de dentro y fuera de la casa está casi terminado. Me siento mucho mejor, ya que ahora estoy más protegida. Además, tengo una máquina que detecta cuántas señales telefónicas hay cerca”.
La electrosensibilidad es reconocida en Canadá y Suecia como una discapacidad médica y quienes la padecen sufren dolores de la cabeza, dificultades para concentrarse y sudor excesivo. Sin embargo, según las autoridades sanitarias británicas, es dudoso que las señales incrementen los problemas de salud.