Los usuarios de los cajeros automáticos de las instituciones bancarias establecidas en el país se beneficiaron con reducciones de costos en sus operaciones por un monto estimado de RD$5,000 millones solamente en 2013, según un estudio reciente de la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA).
El análisis, realizado por la Dirección Económica de la ABA, toma como punto de partida variables asociadas a las facilidades que ofrecen los cajeros automáticos, como el tiempo utilizado en las filas de las sucursales bancarias, el salario por hora del trabajador dominicano, el gasto de transporte y el porcentaje de la población que realiza retiros de dinero entre 1 y 3 veces por mes.
El gremio bancario indicó que, para reforzar ese servicio financiero, entre 2008 y 2013 los bancos registrados en el país hicieron una inversión aproximada de RD$2,700 millones en mantenimiento y adquisiciones de nuevos cajeros automáticos, ampliando la red para reducir costos los usuarios en la dimensión antes señalada.
Explicó que gracias a esta inversión, la República Dominicana se ubicó en la posición 35 de 148 países en lo que respecta al indicador de “disponibilidad de servicios financieros” en el Informe de Competitividad del Foro Económico Mundial. Desde 2008 el país ha escalado 33 posiciones en el ranking de ese indicador.
“Con estos y otros esfuerzos la banca se coloca a la vanguardia a internacional y demuestra su firme compromiso con elevar los niveles de inclusión financiera y bancarización, haciendo posible que cada vez más dominicanos tengan un mayor acceso a servicios financieros cercanos, eficientes y de bajo costo”, afirma la ABA.
De acuerdo con estadísticas publicadas por la Superintendencia de Bancos, a diciembre de 2013, la banca múltiple operaba una red de infraestructura de servicio al cliente que asciende a 833 sucursales, 2,150 cajeros automáticos, aparte de las oficinas principales de cada banco múltiple. Esas cifras representan, para el decenio 2004-2013, un crecimiento acumulado de oficinas y sucursales de 37.7% y de cajeros automáticos de 78.3%, respectivamente.
En ese sentido, la Asociación de Bancos resalta que con el crecimiento de las sucursales, pero sobre todo de los cajeros, la banca ofrece una respuesta a la necesidad de sus clientes de disponer de su dinero en una forma más cómoda, eficiente y menos costosa.
“Antes de la existencia de los cajeros, para disponer de dinero en efectivo las personas debían ajustarse y limitarse a los horarios tradicionales de las sucursales; hacer fila para efectuar cualquier retiro, situación que implicaba un uso de tiempo significativo, sobre todo en días de alta demanda de efectivo. Otros costos que había que asumir era transportarse hacia una sucursal, que en las personas del interior del país, conlleva costos de transporte adicionales”, señala.