La Comisión Europea ha aprobado hoy la notificación a Google de un pliego de cargos por abuso de posición dominante en el uso de su buscador para los servicios de comparación de compras.
La Comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, ha comunicado este mediodía la decisión del Colegio de Comisarios. El paso supone un avance significativo, porque tras cinco años de investigación es la primera acusación de que algo funciona mal y no respeta los principios de competencia y la legislación europea.
Pero al mismo tiempo supone una reducción del caso, pues en vez de una enmienda a la totalidad, a la forma de operar de Google y su buscador, se limita a los servicios de compra, lo que no ha gustado a miembros del Colegio y de la Comisión, que tras la apertura del caso por parte de Joaquín Almunia en la pasada legislatura esperaban algo más profundo.
“Nuestra estimación preliminar es que en los servicios de compra hay un abuso de posición dominante. Google tiene 10 semanas para responder y presentar alegaciones y por su puesto tendremos en cuenta la respuesta antes de decidir cómo proceder”, ha asegurado Vestager.
Investigación a Android
En paralelo, esta misma mañana la Comisión ha decidido también lazar “una investigación en profundidad a Android”.
El documento presentado es claro, pero limitado. “Mi objetivo es asegurar que los consumidores y las empresas innovadoras se benefician de un ambiente competitivo”, ha indicado la danesa, quién ha prometido que “nuestro acercamiento acaso será justo y objetivo, sustentado en la evidencia y de acuerdo a nuestras normas”.
La respuesta de Google ha sido inmediata, y en un post en su blog, el vicepresidente de la firma, Amit Singhal, ha expresado su malestar. “Respetamos pero estamos profundamente en desacuerdo con la necesidad de un pliego de cargos y trataremos de establecer nuestros argumentos en las próximas semanas”.
El argumento de Google, más allá de que el servicio es voluntario y no forzoso, es que “cualquier economista diría que no se ve una cantidad enorme de innovación, nuevos actores o inversión en sectores en los que la competencia se supone que está estancada o está dominada por un solo jugador. Y eso es exactamente lo que está pasando en el mundo”.
La responsable de Competencia ha reiterado que ni la Comisión ni los clientes “consideran siquiera por un instante si Google es una empresa norteamericana o europea”, tras las numerosas quejas llegadas en los últimos meses desde el otro lado del Atlántico por la presión sobre las multinacionales americanas en Bruselas.
“El dominio en sí no es un problema, en general ni bajo la ley europea. Sin embargo, las compañías dominantes tienen la responsabilidad de no abusar de su posición de mercados para evitar la competencia”.
Sanciones multimillonarias
La investigación abierta ahora, y que podría obligar a cambiar la forma de trabajar y podría suponer sanciones multimillonarias, se centra en el trato preferencial en sus búsquedas generales a sus propios productos.
La investigación preliminar indica que Google siempre prioriza sus propios productos “y eso es abuso”, ha zanjado la comisaria. “Da igual si eres americano, europeo, ruso o chino: si quieres competir en Europa tienes que hacerlo bajo las normas de competencia comunitarias”.
Hasta ahora, cree Bruselas, cuando un consumidor busca en Google, el algortimo sistemáticamente despliega en los primeros lugares sus propios productos. Y eso, si las alegaciones de la firma no convencen, deberá cambiar. “No hablamos de diseño, de cómo se deben presentar o el funcionamiento del algortimo en sí. No pensamos en eso. Lo que queremos ver es que los consumidores puedan ver los mejores resultados de compras, no sólo los de Google, si son los más relevantes”.
Es decir, que Bruselas limita el campo de acción de su investigación a un aspecto muy concreto y donde cree que el mal comportamiento es evidente, pero el principio filosófico, según Vestager, es que la empresa usa su posición de dominción en el mercado de los buscadores “para crear ventajas en otros mercados”, independientemente de que sea una empresa privada y de que nadie obligue a los usuarios a usar ese buscador.
Al menos en su primera parte, porque hoy también se ha anunciado una investigación en profundidad a Android.
“La Comisión ha recibido una serie de quejas y he llevado motu proprio una investigación, que hoy se abre en profundidad para analizar las alegaciones”. En concreto, ha detallado la comisaria danesa, que sustituyó el pasado noviembre a Joaquín Almunia, si Google exige a los fabricantes “preinstalar exclusivamente las aplicaciones de google, y en especial su buscados” .Así como si fuerza a instar otras aplicaciones o a limitar el desarrollo de Android a su gusto.