Un artista puso a prueba la famosa red de filtros vintage, Instagram, publicando una misma foto 90 veces seguidas. El resultado no fue nada alentador.
Pete Ashton, quien realizó un experimento similar en el pasado (pero con sonido), decidió poner a prueba la calidad de imagen de la popular red social.
Mediante las cuentas ‘@sitting_in_stagram‘ y ‘@sitting_in_stagram2‘, Ashton comenzó el proceso. La foto # 1 (un autorretrato del artista), fue subida a la primera cuenta de Instagram. Inmediatamente después, se hizo una copia de la foto y se volvió a publicar. Este ciclo se repitió 90 veces hasta que la imagen vívida del inicio se convirtió en un rostro opaco e irreconocible.
El artista quiso que el proceso tenga esta cantidad de fotografías para, posteriormente, crear un video de 6 cuadros por segundo. ¿Qué te parece esta idea?