Dime cómo tecleas y te diré quién eres.
Aunque te sorprenda, cada persona tiene una forma muy particular de escribir en un teclado.
Se puede identificar quién se esconde detrás de una pantalla a través del análisis de su manera de apretar las teclas.
En francés se llama “frappologie” (de “frapper”, que significa golpear en francés) y, aunque en español tiene un nombre mucho menos atractivo (dinámica de tecleo o biometría de tecleo), sus resultados son sorprendentes.
Es una especie de grafología, pero del teclado.
La técnica se basa en analizar el tiempo durante el cual apretamos una tecla y el intervalo que pasa entre que presionamos una tecla y la siguiente, entre otras características de tecleo.
No es una disciplina nueva: en la Segunda Guerra Mundial, los servicios de inteligencia militar identificaban a distintos individuos por su forma de enviar mensajes en código morse, con capacidad de distinguir entre los que enviaban los aliados y los que enviaban los enemigos.
Sin embargo, en un contexto en el que la seguridad en las transacciones y los movimientos en internet es clave, las técnicas de reconocimiento son cada vez más importantes.
Una de las aplicaciones que tiene el estudio de la dinámica de tecleo es reducir al máximo el riesgo de que alguien nos robe la personalidad online.
“Un software que analice la forma de teclear de la persona reduce hasta un 94% la posibilidad de que alguien nos suplante en Internet, aunque conozca nuestra contraseña“, le explica a BBC Mundo Christophe Rosenberg, investigador en la Escuela Nacional Superior de Ingenieros de Caen (Francia) y experto en esta especialidad.
La ventaja es que es una técnica “con muy bajo costo” que no requiere que el usuario se descargue nada, porque se puede insertar por defecto en las páginas web, dice Rosenberg.
La tecnología “ya se utiliza”, dice Rosenberg, por ejemplo “para asegurar el monitor de lanzamiento de misiles en submarinos”.
¿Hombre o mujer?
Pero además de hacer más segura nuestra actividad en internet, la técnica también permite construir un perfil del usuario.
Por ejemplo, las mujeres y los hombres tecleamos de forma distinta. ¿De qué manera?
Sí, lo han adivinado. Los hombres teclean “más rápido” y presionan durante menos tiempo cada tecla que las mujeres.
Rosenberg y su equipo de investigadores sólo necesitan cinco frases para adivinar el género del que escribe con una probabilidad de acierto “del 80%”.
Rosenberg cree que en cinco años serán capaces de conocer el estado emocional de una persona por su forma de teclear.
Seguridad
Aunque esta técnica tiene una capacidad evidente de aumentar la seguridad en Internet, algunas personas están preocupadas por el peligro de invasión de la intimidad que podría implicar.
Paul Moore, consultor en Seguridad de la información, escribe en su página que si alguien roba tu perfil biométrico, las consecuencias son “mucho más amplias y difíciles de mitigar” que en el caso de que alguien descubra tu contraseña.
“No puedes cambiar la forma en la que tecleas y, aunque lo hicieras, te volverán a hacer un perfil”, explica.
“El problema es… ¿sabes si alguien está construyendo ya tu perfil?”, se pregunta.
“Se rumorea que en Reino Unido los bancos la están probando para detectar y minimizar el riesgo de fraude. ¿Cuántas otras páginas la usan? ¿Te lo dirían si lo están haciendo?”.