Los cursos masivos por Internet (conocidos como MOOCs en inglés) nacieron formalmente hace cuatro años, cuando dos profesores de la universidad estadounidense de Stanford abrieron uno de inteligencia artificial en el que se inscribieron 160,000 personas de 59 países. De ese grupo, alrededor de 16,000 aprobaron.
Actualmente esta modalidad de formación a distancia está incrementándose, porque se trata de la difusión de la educación de forma abierta y gratuita. “Hay varios formatos, pero básicamente lo que permite un curso masivo en línea es que cualquier persona puede tener acceso a cualquier tipo de conocimiento”, explica Julio Luis Sanguinetti, director de contenidos y de expansión de Universia, una empresa española que regentea a Miríada X, la primera plataforma de cursos MOOCs totalmente en español.
Los cursos en su mayoría son avalados por universidades que pertenecen a plataformas, y se financian con la emisión de los certificados que piden los estudiantes que así lo desean.
“Esto es un instrumento que puede servir de muchísimo apoyo para mejorar el nivel y para cambiar el sistema tradicional de impartir las clases, me parece que va a convertir las aulas en lugares de discusión, de profundización, de investigación porque lo que es información, el estudiante la tiene ya a disposición”, expone Sanguinetti.
En América Latina la recepción de este nuevo modelo todavía es lenta. Miríada X, que se enfoca en Iberoamérica, tiene en su plataforma a 23 universidades socias, en su mayoría de España. Sanguinetti cita varios motivos para esta resistencia. El primero es que muchas universidades lo ven como una amenaza, y segundo, que la participación implica una organización documental compleja por parte de éstas, y la grabación en video o audio de las clases que dictan los profesores, a lo que muchos se resisten. Sin embargo, el ejecutivo entiende que la educación formal tradicional y la masiva en línea pueden coexistir, porque este tipo de desarrollos “son inevitables”. “Tiene que haber voluntad del profesor y de la universidad”, enfatiza.
En el país
En República Dominicana, Universia tiene 14 universidades socias, pero solo la Abierta para Adultos (UAPA) ha ofrecido estos cursos. Actualmente, Sanguinetti forma parte de un equipo de Universia que explica a las representantes de 20 universidades dominicanas y del Ministerio de Educación Superior las ventajas de este sistema a través de un panel auspiciado por la Fundación Global Democracia y Desarollo. Afirma, que aunque las plataformas ofrecen un marco de seguridad al modelo, son las universidades las que deben liderarlo.
Considera que en el caso dominicano, al entrar a esta modalidad, las universidades podrían internacionalizarse.
Escrito por YVONNY ALCÁNTARA para Diario Libre