Tras una épica lucha de poder, el entonces CEO de Apple, John Sculley, echó a Steve Jobs de la compañía que Jobs fundó. Sculley ahora dice que ojalá lo hubiera contratado de nuevo.
“Me hubiera gustado, en retrospectiva, buscar de nuevo a Steve y decirle, ‘Quiero ayudarte a regresar a Apple’”, dijo el exdirectivo a CNNMoney. “Ojalá Apple lo hubiera recontratado antes”.
El propio Sculley fue obligado a dejar Apple en 1993 por una disputa en torno a la concesión de la licencia del software de Macintosh a otros fabricantes de PC. La junta directiva estaba a favor de dejar que otros fabricantes de computadoras lo utilizaran, pero Sculley se oponía.
Tras su salida, Apple terminó licenciando su software, lo que resultó ser un gran error. Para el momento en que Apple recontrató a Steve Jobs en 1997, la compañía registraba pérdidas gigantescas.
Sculley cree que de haber remediado sus diferencias con Jobs antes y de haberlo traído de vuelta durante su gestión, la empresa no habría estado en una situación tan desesperada a fines de los noventa.
“Cuando Steve regresó, lo primero que hizo fue cancelar la concesión de licencias”, dijo Sculley. “En ese momento, sólo Steve Jobs pudo haber revivido el negocio. No hay manera de que yo hubiera hecho las cosas que Steve Jobs hizo”.
Sculley dedicó sus mayores elogios al actual CEO de Apple, Tim Cook, quien en su opinión es “exactamente el hombre adecuado” para el trabajo. “Lo digo sin reservas. Tim está haciendo un trabajo brillante”.
Sculley dijo que comparar a Cook con el exCEO de Microsoft Steve Ballmer fue injusto. Aunque ambos venían de un puesto operativo y terminaron reemplazando a genios de la tecnología al frente de sus respectivas empresas, Cook ha sido capaz de ceder ante los experimentados diseñadores e ingenieros de Apple, mientras Ballmer era un líder testarudo.
“La gente tiene que superar las analogías con Steve Ballmer; él [Cook] no es Steve Ballmer”, dijo. “Tim es de mente abierta, sin ego, y ha reclutado talento altamente cualificado para llenar el vacío que Jobs dejó”.
Dijo que el notable giro que Apple ha protagonizado en la última década no le deja un sabor amargo en la boca. Dice que sólo tiene “buenas sentimientos” para la empresa, y siente una sensación de logro porque la estrategia de marketing que él ayudó a idear no ha cambiado mucho en los últimos 30 años.
Sin embargo, si fuera hoy el CEO de la compañía, tal vez uno de sus logros más famosos jamás hubiera sucedido. Sculley (el genio de marketing detrás del Reto Pepsi) comandaba Apple durante el famoso comercial del Super Bowl de 1984, aquel inspirado en la novela de Orwell. Ese anuncio de un minuto le costó 650,000 dólares de acuerdo con Fred Goldberg, el ejecutivo de publicidad que manejó la cuenta de la marca de la manzana. Este año, los comerciales del Super Bowl se acercaron a los 5 millones de dólares para un anuncio de 30 segundos.
¿Emitiría Sculley el mismo comercial del Super Bowl si hoy estuviera al mando de Apple?
“No, la respuesta es no”, dijo Sculley. “Estamos en una era diferente hoy. Sabemos mucho más sobre nuestros clientes. Usamos las herramientas de marketing en la nube disponibles para construir relaciones con los clientes”.
Sculley es ahora un empresario del marketing y la tecnología, invierte en empresas de Internet, como la firma de análisis Zeta Interactive, en la compañía de rastrillos 800Razors.com, y en la empresa de tecnología sanitaria MDLive.
En su nuevo libro, ‘Moonshot!’, discute estrategias que ayuden a los fundadores de startups a crecer sus empresas en negocios multimillonarios.
Su principal consejo a los jóvenes emprendedores: Crea un producto que los clientes amen. Los clientes son los que ahora tienen el control, le prestan más atención a las experiencias de otros clientes que a la publicidad de las empresas.
“Los planes de negocios son casi obsoletos en estos días”, dijo Sculley. “No hay nada más poderoso que clientes felices”.
David Goldman Para CNNMoney