Todas las incontables fugas, motines y huidas de prisión contadas en las películas han quedado a la altura de betún. El estafador británico Neil Moore consiguió escapar de la prisión de Wandsworth, utilizando un teléfono inteligente.
Eso fue lo único que necesito este criminal para engañar a buena parte de las instituciones judiciales y carcelarias británicas. Con un plan simple pero elaborado, consiguió salir en libertad por la puerta principal de la cárcel sin que nadie sospechase que se estaba fugando.
Para ello fue necesario que Neil Moore se hiciese primero con un teléfono de contrabando dentro de la propia prisión, algo que aparentemente es sencillo. Con su nuevo smartphone, el estafador se conectó a Internet, a través de la cual pudo continuar con su plan de fuga.
El delincuente registro un dominio con un nombre similar al de la oficina de los juzgados que le metieron en prisión, que puso a nombre del investigador que le había encarcelado y fijó su dirección en los juzgados. Tras esta maniobra, el procedimiento fue sencillo, mandó un correo consu orden de libertad a las autoridades de prisión, utilizando su dominio recién creado.
A las pocas horas, los trabajadores de la prisión fueron a buscar a Neil y lo pusieron en libertad. Por lo que consiguió fugarse sin levantar ningún tipo de sospecha, utilizando solo un smartphone.
Las autoridades británicas se percataron del engaño tres días después, cuando sus abogados fueron a visitarle y misteriosamente no estaba. En ese momento la policía emitió de nuevo una orden de detención y Neil Moore fue devuelto a su celda. Por lo que a los múltiples delitos por estafa a los que se enfrenta este delincuente, ahora tendrá que sumar uno de fuga de prisión.