Las grandes corporaciones de todo el mundo están invirtiendo miles de millones de dólares en desarrollar nuevos productos y/o sacar provecho de la hiperconectividad a la que ha llegado el planeta, en el que no solo se conectan humanos, sino también las cosas.
Las plataformas del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) despegarán en 2016 ya que será el punto base que requerirán las grandes ciudades para dar el giro hacia el concepto de “ciudades inteligentes”.
Según SAP, hacia fines de 2015 se habrán registrado más de 7.400 millones de suscripciones a servicios de comunicación móvil, de los cuales 3.400 acceden al servicio desde teléfonos inteligentes.
Con ventas superiores al medio millón de unidades en 2015, se espera que la comercialización de las impresoras 3D se duplique en 2016, según Context Analytics. Estos aparatos ya pueden usar materiales como níquel, fibra de carbono, vidrio óptico, e incluso, biológicos, y su uso se expande a numerosos rubros como el médico, energético, militar y automotor.
La nube seguirá ganando terreno el próximo año, pero su expansión ya no sólo será entre personas, sino que abarcará también los ámbitos empresariales y de redes sociales.
Empresas como LG, Samsung e incluso Philips seguirán avanzando en 2016 ya no en mayor resolución de pantalla, sino que en detalles como compensar automáticamente los niveles de saturación del brillo, funciones de iluminación ambiente, mejores niveles de contraste y tecnología HDR en vivo.
Amazon provocó impacto con sus pruebas de despachos de productos a domicilio a través de drones. Pero no será el único ya que el próximo año comenzarán las pruebas de Google y Starship Technologies para que drones y robots hagan despachos.
Se espera que dentro del próximo año los relojes inteligentes con aplicaciones de fitness y redes sociales sean un accesorio popular entre los propietarios de smartphones.