La red social no quiere que se presuma de lo que, en realidad, se carece e intentará desinflar los currículums demasiado abultados.
Presumir de títulos que no tenemos, ‘engordar’ nuestra experiencia o alardear de vistosas (pero dudosas) gestas laborales es una práctica más habitual de lo que a muchos entrevistadores les gustaría. Si bien estas mentiras podían pasar inadvertidas para los atribulados departamentos de recursos humanos, la red social para profesionales LinkedIn ha desarrollado un sistema interactivo que estará ojo avizor para cazar a los que hayan decidido maquillar en exceso su currículum virtual.
El portal realizará este ‘interrogatorio’ a sus usuarios gracias un servicio llamado “Interactive Fact Checking System” cuya patente se le ha concedido esta semana. Su función es “monitorizar, procesar y comprobar automáticamente la información que se vuelque en la red social”.
En teoría este sistema leerá los datos, detectará los que no se correspondan con la realidad y le transmitirá la incongruencia al usuario en cuestión. Si añadimos, por ejemplo, un cargo o una empresa inexistente o una carrera que no se imparte en la universidad que señalamos, LinkedIn nos informará de que nos hemos equivocado y nos aportará sugerencias que podrían concordar con lo que queremos decir.
Esta patente se registró en 2013 y fue adquirida después por la red social que aún no ha confirmado si incluirá este servicio en su web. De hacerlo, es probable que no funcione de manera completamente automática y que necesite cierta ayuda por parte del usuario (denuncias, preguntas, etc.) o que, simplemente, las mentiras hagan saltar una ‘alarma’ que avise al equipo técnico de la web y que sean estos los que se encarguen de comprobar los datos.