Microsoft anunció este miércoles que su próxima versión deWindows 10, en exclusiva para los testeadores, tendrá mejoras importantes tanto en la interfaz como en el diseño. Es la primera versión, «build» como lo llaman ellos, desde su lanzamiento y tiene el número 10525.
Esta actualización incorpora varios elementos que buscan contentar a los usuarios, que se han mostrado contrarios a ciertos cambios en la interfaz. La más demandada es la posibilidad de modificar el color de elementos como el botón inicio, el centro de actividades, la barra de tareas y especialmente las barras de las aplicaciones. Puedes personalizar esta opción, dicen los desarrolladores, a través del enlaceajustes – personalización – colores.
Más importante, quizá menos vistosa, es la mejora del gestor de memoria, que busca optimizar las distintas aplicaciones de mejor manera y mejorar la velocidad. Así, según los desarrolladores, «si este gestor siente que la memoria está siendo utilizada al máximo, comprimirá el conjunto de memoria asignado a aplicaciones sin utilizar». Esto busca que «Windows 10 pueda mantener más aplicaciones en la memoria RAM al mismo tiempo». En ese sentido, todos los procesos del sistema operativo se optimizarán también ante la mejor gestión de la memoria.
Como es habitual en las betas, ciertos elementos fallan y Microsoft explica que tanto la gestión de «hotspot» de móviles como los «pack» de lenguaje no son compatibles. Queda por conocer cuánto saldrá para los usuarios finales esta beta, que por el momento solo esta disponible para los suscritos al programa «Insider».