Después de una década de la aparición de la red inalámbrica Wifi, ha llegado LiFi una red que tras años de desarrollo ha resultado mucho más efectiva que las que existen actualmente y el resultado es que son 100 veces más rápidas que las actuales.
Esta tecnología hace años que está dando que hablar, pero es la primera vez que se ha probado en la práctica y el resultado han sido velocidades de 1 GB por segundo.
Se trata de una red que funciona mediante la luz a través de la iluminación LED (VLC, siglas en inglés de Visible Light Comunications).
Fundamentalmente, una serie de bombillas parpadearían a gran velocidad en una suerte de código morse transmitiendo la información a tal velocidad que no sería perceptible para el ojo humano.
Además de la gran velocidad de descarga, las redes LiFi cuentan con otra gran ventaja, y es su seguridad. La luz visible no puede atravesar paredes, por lo que tampoco lo podrán hacer estas conexiones, de forma que nadie que esté fuera de la habitación podrá acceder a las comunicaciones, algo que si que ocurre con las ondas de radio que utilizan las redes WiFi.
Internet a través de la luz
La tecnología LiFi fue inventada en 2011 por Harald Haas, de la Universidad de Edimburgo, Escocia, pero no ha sido hasta ahora cuando se ha podido probar su funcionamiento en la práctica, en complejos industriales y de oficinas en Tallin, Estonia. Con esto, “cualquier fuente de iluminación puede convertirse en un punto de acceso a la red con solo ponerle un microchip” asegura Hass.
Lo más probable es que las redes LiFi no lleguen a sustituir completamente a las conexiones WiFi, sino que convivan. Al fin y al cabo, el hecho de que las ondas de radio puedan superar obstáculos como paredes y techos puede ser también una ventaja en ciertas situaciones, y además es posible que todavía se necesiten unos cuantos años antes de que la tecnología LiFi esté preparada para el consumo de masas.