Amazon presentó la octava generación de su lector de libros electrónicos: se llama Kindle Oasis, y es el primero en tener un diseño que abandona el de la tableta clásica para ir por otro en el que un lado del dispositivo es más grueso que el otro, algo que usó Sony en su primera Tablet S y Lenovo con las Yoga Tablet 2 Pro.
El equipo mantiene la pantalla de 6 pulgadas de tinta electrónica, que aprovecha la luz ambiente para iluminarse y no cansa la vista; tiene también LEDs en el borde para leer con poca luz; la compañía dice que pudo agregar más LEDs gracias a que movió toda la electrónica al borde grueso del equipo, lo que permite hacer todavía más delgado el otro borde, a 3,4 mm. Aún así el punto más grueso del equipo sigue siendo más delgado que los modelos anteriores. La idea es ofrecer una mejor ergonomía para ser usado con una mano. Pesa 130 gramos.
La pantalla, como en los últimos modelos, es monocromática y sensible al tacto, pero el Kidle Oasis suma también dos botones físicos para controlar la lectura.
El equipo tiene Wi-Fi y 3G, y la compañía dice que la batería dura un par de semanas; es posible extenderla con una cubierta, que agrega una segunda batería (con un clip magnético) y extiende la autonomía de 2 a 9 semanas. El Kindle Oasis tendrá un precio de entre 290 y 360 dólares, y seguirá vendiendo los modelos anteriores (el más económico es el Kindle de 80 dólares).
La compañía deberá convencer a los lectores que este Kindle es una alternativa atractiva respecto de los anteriores modelos (más baratos y con la misma funcionalidad), a tabletas que ofrecen más funciones por ese precio, y a los libros de papel.
En Inglaterra, las cinco editoriales más grandes (que tienen la mitad del mercado de ese país) dicen que en 2015 la venta de libros electrónicos bajó un 2,4 por ciento a 47,9 millones de unidades. En Estados Unidos, en septiembre último la Asociación de Editoriales Americanas (AAP) dijo que las ventas de títulos digitales había caído un 10% en la primera mitad de 2015, aunque otros disputan esos números, asegurando que creció la autopublicación de obras digitales (es decir, libros que no pasan por una editorial sino que usan las herramientas que ofrecen Amazon y otros para publicar obras sin intermediarios).