La obsolescencia de los aparatos electrónicos viene causada por muchos motivos. De forma más sutil -como lanzar aplicaciones que requieren más potencia que la que tiene el dispositivo- o menos sutil -dejando de dar soporte pasados unos años- los fabricantes invitan a los consumidores a renovar su parque de teléfonos móviles y ordenadores cada pocos años.
Apple acaba de publicar una guía de referencia para explicar el impacto medioambiental de sus productos, y ha revelado cuál es el ciclo de vida que calcula para sus productos.
En el caso de todos los dispositivos que usan el sistema operativo iOS, y eso incluye tanto los modelos iPhone como las tabletas iPad, la vida media que Apple estima es de tres años. Eso no significa, por supuesto, que todos los usuarios vayan a tirar su teléfono o su tableta cuando cumpla tres años de vida, sino que es el promedio que la marca de la manzana mordida calcula para ellos.
En el caso de toda su gama de ordenadores, tanto de sobremesa como portátiles, Apple asume a la hora de calcular el consumo energético que tendrán durante todo su ciclo de vida, que éste durará cuatro años más. La marca de Cupertino especifica ademas que para estimar la electricidad que gastan (y con ello, el dióxido de carbono que se emite a la atmósfera) utiliza no sólo estimaciones indirectas, sino los datos que recoge de forma anónima a través de internet.
Apple se ha comprometido a minimizar su impacto medioambiental y por ello ha adaptado su política logística para concentrar los paquetes y reducir así el número de envíos, y usa además materiales que son en su mayor parte completamente reciclables.