El inicio de las clases ha implicado que se refuercen las medidas para prohibir que los estudiantes utilicen sus teléfonos móviles en los centros educativos, con el fin de evitar que se distraigan jugando el novedoso juego Pokémon, que hace más de un mes llegó al país y empezó a llamar la atención de muchos, en especial de los más jóvenes.
Pokémon Go es una aplicación que se descarga en los teléfonos inteligentes y requiere de una conexión a internet y de tener encendido el servicio de geolocalización o GPS. Este juego consiste en que el usuario debe desplazarse a su alrededor para conseguir a las mejores figuras de los dibujos animados, que se transmitían por televisión a final de la década de los 90.
En muchos de los centros visitados ya se habían establecido las reglas relativas al uso de los aparatos electrónicos, pero el auge de este juego ha provocado que los maestros se mantengan en alerta y pendientes para no permitir que los alumnos se descuiden en sus deberes.
Así lo confirma la subdirectora del colegio Dominico-Español, Margarita Arias, quien especifica que el juego puede influir en el aprendizaje de los estudiantes. “Tienen que dejarlos apagados en sus mochilas (los celulares). Imagínate si se ponen a jugar este juego en claseÖ no van a aprender”, reflexiona.
En el centro hay carteles que advierten: “Prohibido el uso de celulares de 7:45 de la mañana a 1:00 de la tarde”, horario programado para la jornada de estudios. La subdirectora aseguró que la coordinadora del plantel, Belkis Segura, se mantiene orientando a los jóvenes sobre este tema. Mientras que en el colegio La Salle, su director, Avelino Guerrero, afirma que no se ha presentado ningún caso en que se haya encontrado a estudiantes jugando, debido a que desde hace años los alumnos no pueden utilizar los celulares en las aulas, a menos que sea a solicitud de los profesores para alguna práctica.
“No se ha reportado ningún problema. Aquí, los dispositivos electrónicos, elementos que son distractivos, no están permitidos, a pesar de que en esta escuela se utilizan estas herramientas para dar clases”, explica.
Normas
Guerrero aclara que de ese tema no se habla en el centro La Salle, porque aparentemente no ha llegado al lugar, aunque sostiene que entre las normas que se adoptan si se sorprende algún estudiante usando su dispositivo móvil en clase, está el primer llamado de atención, la retención del aparato durante el día y la última disposición, que los padres vayan a retirarlo, todo dependerá de la gravedad de la falta.