Internet es tan amplio y variado como las personas que acceden y es posible encontrar millones de sitios con distintos propósitos: desde redes sociales, hasta contenidos académicos súper especializados. Sin embargo, a veces, por más que busques, hay sitios que simplemente no encontrarás.
¿Qué haces cuando necesitas buscar algo en Internet? Entrar a Google, seguramente. Google es el buscador más popular del mundo y muchos podrían considerarlo también el más poderoso. Lo cierto es que Google se encarga en ocasiones de ocultar ciertos contenidos.
Así es.
Depende de Google que determinados sitios web sean mostrados al público o no, debido a los distintos filtros que tiene esta empresa. Es por eso que, sin darnos cuenta, Google se ha convertido de algún modo en la mayor plataforma de censura en el mundo.
Hay varias formas en las que Google oculta información. Por ejemplo, la función de autocompletado está programada para ignorar algunas palabras que te ayudarían a encontrar contenidos ilegales o que estén relacionados a conductas delictivas.
Otro caso es el de Google Maps, que esconde áreas o sitios escondidos, como las zonas militares de Estados Unidos; lo mismo la plataforma de anuncios de AdWords, donde los anuncios deben cumplir los estándares morales de Google.
Incluso YouTube, la plataforma de video más grande del mundo, tiene también estrictos lineamientos para censurar mucho del contenido que agregan los usuarios.
Y entre todos estos controles, la principal arma de Google es la lista negra de su buscador que evita que un sitio aparezca entre las primeras opciones o definitivamente lo elimina.
Porque seamos francos: si quieres ocultar algo, el mejor lugar es la segunda página de búsquedas de Google y, si no apareces en Google, es como si no existieras.
De ahí que sea casi imposible hallar en Google contenido inseguro o de dudosa reputación legal.
Por ejemplo, hay un sitio que publica series de television en streaming de manera ilegal, por más que busques este sitio con las palabras exactas, Google no lo mostrará.
Podríamos decir que en Google hay de todo, pero ahora tiene tanto poder que puede decidir lo que podemos ver y lo que no.