La taquicardia, nerviosismo, falta de concentración, pérdida de interés por aficiones previas y de la noción del tiempo, son algunas de las señales que pueden alertar de un uso excesivo del teléfono celular, junto a las mentiras sobre el tiempo de utilización de este dispositivo.
Especialistas del Hospital Vithas Xanit Internacional de Benalmádena (Málaga) advirtió de los signos que pueden indicar un posible uso abusivo del celular, especialmente en jóvenes y adolescentes.
Muchas personas presentan “miedo extremo, ansiedad y estrés al permanecer sin su teléfono, ya sea porque se le olvidó en el domicilio, porque se quedó sin cobertura o batería o por cualquier otro motivo”, explicó la psicóloga Gloria Martín.
Al experimentar ansiedad y estrés derivadas de no tener el móvil, muchas personas pueden llegar a padecer también sudores, taquicardia, nerviosismo o sensación de ahogo, que son “síntomas característicos del padecimiento de una fobia, así como irritabilidad y falta de concentración”, indicó.
Según la psicóloga, estas personas utilizan el móvil como “una especie de protección a la hora de enfrentarse a las relaciones sociales, convirtiendo su uso en única vía de escape o fuente principal de placer”.
Esto conlleva, mayores sentimientos de inseguridad y mayor tendencia a evitar el contacto directo en las relaciones sociales, lo que genera “un círculo vicioso del que es complicado salir sin ayuda profesional”, afirmó.
Consecuencias físicas
También alertó de las consecuencias físicas que puede tener el “uso indiscriminado” del teléfono, ya que “se ha descubierto, por ejemplo, que usar móviles más de 10 minutos al día aumenta en un 71 % la probabilidad de padecer tinnitus”, un trastorno que consiste en escuchar un zumbido en el oído que causa molestias y disminuye la capacidad de escuchar.
El sistema nervioso también puede verse afectado, pues un estudio demostró que en Australia el 68 por ciento de las personas encuestadas sobre usos del teléfono móvil manifestó haber sentido vibraciones de mensajes que nunca llegaron.
Para ello, aconseja evitar tener el móvil continuamente en la mano, establecer normas y límites para toda la familia en cuanto al tiempo y momentos de uso, no utilizarlo en las comidas ni en reuniones con amigos y familiares ni responder mensajes cuando se conversa con otras personas.