
Si su conexión a Internet se pone lenta sin razón aparente o si las luces de su enrutador parpadean constantemente aunque no haya ningún dispositivo conectado, es probable que alguien esté usando su red Wi-Fi sin autorización.
Si no le importa que otros saquen provecho gratuito de un servicio por el que usted está pagando, tenga en cuenta que no todo se reduce al dinero: al estar conectada a su red Wi-Fi, una persona puede usar su acceso a internet para actividades ilegales (como ver fotografías de abuso infantil o realizar transacciones fraudulentas), o puede acceder a los archivos que usted comparte entre los dispositivos de su hogar. En esencia, es un problema de seguridad.
A la hora de enfrentar esta situación aparecen términos un poco complejos para un usuario común pero que el portal En Tic Confio lo hace más facil para usted:
¿Qué es esa cajita con luces?
- Cuando usted contrata los servicios de un proveedor de acceso a internet, este instala un aparato en su casa que sirve como módem –recibe la señal de internet y la lleva a su computador– y como enrutador (router) –distribuye dicha señal a los demás dispositivos de su casa, como impresoras, celulares, tabletas–.
- Si el módem de su proveedor no sirve como enrutador (algo poco común en la actualidad) o si no tiene la potencia necesaria para alcanzar hasta el último rincón de su casa, usted puede añadir un aparato llamado ‘enrutador’, que brinda mayor potencia y cobertura. Ese aparato también le sirve para que sus equipos se comuniquen entre ellos.
- Aunque los enrutadores le permiten conectar algunos equipos mediante cables, lo habitual es que lo hagan de forma inalámbrica. Esa, la que no usa cables, es su red Wi-Fi.
- Asegúrese de que el módem y el enrutador tengan contraseñas cuando los utilice para ingresar a la red, no como una red abierta. No se complique: pídale al técnico que instala el servicio que lo configure. Recuerde que una contraseña segura es la primera barrera para los accesos no autorizados, así que no use el nombre de su mascota o el número de su apartamento como clave de acceso.
Identifique los dispositivos conectados a la red
Cada vez que usted conecta un dispositivo a la red, éste recibe una dirección IP que, similar a la cédula de ciudadanía, es un número único y que no se puede modificar: lo que haga en ese equipo quedará registrado. Esta dirección IP suele tener cuatro números de hasta tres cifras separados por puntos, como 192.168.128.5: Los primeros tres números le sirven para identificar la red (es decir, deberían ser iguales para todos los aparatos), y el último cambia para cada dispositivo. Normalmente, el enrutador tiene el número 1.
- Los dispositivos también están identificados por la dirección de su tarjeta de red, llamada dirección Mac, dirección fija o dirección Wi-Fi (en redes inalámbricas). Está compuesta por seis parejas de caracteres (letras o números) separadas por dos puntos (por ejemplo 37:6B:FC:71:45:89).
- La manera de encontrar la dirección IP y la dirección Mac de cada dispositivo puede variar en cada sistema operativo o fabricante, pero habitualmente se hace a través de las opciones de configuración de red. Si tiene dudas, consulte la documentación correspondiente. Encuentre estas direcciones en cada equipo conectado a su red.
Precauciones adicionales
- Aparte de la contraseña de acceso a la red, los enrutadores tienen una contraseña específica para su sistema de administración. Asegúrese de que también sea segura y de cambiarla con frecuencia.
- La primera vez que acceda a su nueva red, cambie las contraseñas que vienen de fábrica con el enrutador.
- Normalmente, los dispositivos se conectan a la redes a través de direcciones IP automáticas y dinámicas (DHCP), esto quiere decir que un mismo dispositivo podría cambiar sus direcciones en sesiones distintas. Si usted es ‘cacharrero’ y sabe lidiar con las direcciones IP, configure su sistema para que use direcciones fijas o estáticas, de manera que cada dispositivo use siempre la misma y sea más fácil identificarlo.
- Recuerde que siempre es bueno cambiar la contraseña de la red con alguna frecuencia. Hágalo cada mes, cada tres meses; usted decide, pero ojalá nunca más allá de cada seis meses.
Ahora bien, estas son tan solo algunas de la estrategia básicas para proteger su red Wi-Fi. A medida que adquiera más conocimientos sobre su equipo y su red, podrá usar mecanismos más avanzados y efectivos. Pero de la manera descrita en este texto podrá dar sus primeros pasos y mejorar la seguridad de su red inalámbrica en casa.