Investigadores de Optoelectrónica de la Universidad de Southampton, Reino Unido, han logrado desarrollar un nuevo tipo de almacenamiento óptico de cuarzo que promete en un espacio reducido albergar 360 TB de información y lo que es más sorprendente, una vida útil “eterna”.
Este nuevo tipo de memoria portátil será muy útil para compartir información con generaciones en el futuro tanto por su estabilidad como por la gran capacidad para adjuntar una gran cantidad de archivos en el tamaño similiar al de una moneda.
Más allá del tamaño y la capacidad de memoria que tiene el dispositivo, el ser de cuarzo le permite una sorprendente estabilidad térmica que aguanta sin romperse hasta los 1.000 grados centígrados y podría llegar a alcanzar los 13.800 millones de años de duración a una temperatura ambiente de 190 grados, lo que ha correspondido con el apodo de ‘memoria de cristal de Superman’. Esta tecnología “podría ser de gran utilidad para las organizaciones con grandes archivos, como archivos nacionales, museos y bibliotecas, para preservar su información y registros”, explican desde el departamento.
La grabación de datos en el disco de cristal han desarrollado los procesos de grabación y recuperación de datos se realizan gracias a una técnica de grabado láser en 5 dimensiones. En concreto, el archivo se escribe en tres capas de puntos nanoestructurados separadas por cinco micrómetros (la millonésima parte de un metro), para hacerlo son grabados con pulsos láser ultrarrápidos, produciendo pulsos extremadamente cortos e intensos de luz, concretamente en espacios de tiempo de femtosegundos (la unidad de tiempo que equivale a la milbillonésima parte de un segundo).
No es la primera vez que se ha conseguido aplicar esta tecnología, ya que la primera vez que se realizó -de forma experimental- fue en 2013, cuando se creó una copia digital con éxito en este formato de un archivo de texto de 300 kb.
De momento, documentos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), la Óptica de Newton, la Carta Magna o La Biblia del rey Jacobo ya han sido guardados en este tipo de copias digitales, con lo que se espera que puedan sobrevivir a la raza humana.
“Es emocionante pensar que hemos creado la tecnología para preservar los documentos e información y almacenarla en el espacio para las generaciones futuras. Esta tecnología puede asegurar la última evidencia de nuestra civilización: todos hemos aprendido no será olvidado”, ha explicado con orgullo Peter Kazansky, profesor universitario de la división que lo ha desarrollado.