La historia parece sacada de una película cómica. Pero no, es absolutamente real. El martes pasado, mientras llevaba a su hija a la escuela en Carolina del Norte, James Meyers fue demorado en un control policial porque una de las luces de su auto estaba rota. Luego de pedir sus antecedentes policiales, el oficial le dio la noticia de que había acusación en su contra desde 2002 por “apropiación de propiedad alquilada”.
“No se cómo decirte esto, pero hay una orden de arresto desde 2002. Al parecer alquilaste la película Freddy Got Fingered y jamás la devolviste“, le dijo.
“Pensé que era una broma. Me dijeron que podía llevar a mi hija a la escuela, ir a trabajar y después debía entregarme a la policía“, explicó Meyers a una estación de noticias local.
Cuando un rato más tarde se presentó en el Departamento de Policía de Concord, el joven quedó detenido por unas horas y le informaron que deberá presentarse ante la justicia el mes que viene. Si bien el videoclub cerró hace años, sus propietarios nunca retiraron los cargos contra Meyers y ahora tendrá que pagar una multa de U$S200.
El acusado aseguró que no tiene idea de dónde está la cinta de VHS y ni siquiera recuerda si llegó a ver la película, dirigida por el humorista Tom Green y considerada por los críticos de la época como una de las peores comedias de la historia.
“No se están concentrando en los crímenes que realmente valen la pena. Las dos horas que estuve en la oficina del magistrado se podrían haber usado para otra cosa más importante”, se quejó.