Una noticia que comenzó a rumorearse hace unos meses con la fuga de decenas de empleados y que ahora se ha tornado en realidad. Centenares de trabajadores de los aproximadamente 1.000 que componían la sección han abandonado el departamento, ya sea para ser reubicados en nuevos departamentos o para abandonar Apple, quien ahora se centrará en desarrollar únicamente la tecnología de conducción autónoma para, previsiblemente, asociarse con algún potente fabricante de automóviles en un futuro.
No obstante, Apple ha concedido un plazo de tiempo con fecha límite para lograr dicha tecnología, con lo que tampoco se puede descartar que el intento de acelerar la revolución de la industria del automóvil se quede en mero papel mojado después de dos años de trabajo.
Cabe recordar que el Project Titan nació en 2014 con el objetivo de ser el iPhone de la automoción, de dar un vuelco al sector como hizo con su primer smartphone en 2007. Sin embargo, continuas peleas en el seno de la dirección a la hora de dar un rumbo determinado al proyecto, calificado como un “fracaso increíble de liderazgo” por la fuente aBloomberg, han terminado por destruir el que ya se había convertido en el sueño de muchos amantes de la firma.
El cambio de rumbo comenzó a gestarse con la llegada de Bob Mansfield al puesto de director del proyecto, quien consideró que la empresa se debía centrar en la creación de una nueva tecnología de conducción autónoma que fuese puntera y no en la fabricación del coche. Una decisión que sembró la desconfianza en los trabajadores y los ingenieros y las salidas de la entidad fueron goteando desde el mes de agosto hasta septiembre.
Asimismo, la llegada en agosto de Dan Dodge, exempleado de BlackBerry y cofundador de QNX, no hizo más que acentuar los rumores que ahora se confirman, el adiós al coche de Apple para centrarse solo en alcanzar la tecnología de conducción autónoma.
Otro de los problemas con los que se ha topado Apple en el camino para desarrollar su vehículo ha sido la dificultad que ha tenido para encontrar suministro de piezas de automoción, pues los fabricantes se mostraron un tanto reticentes a la hora de aportar materiales a la empresa de Silicon Valley para un producto del cual preveían una reducida producción.