La Casa Blanca ha presentado un manual que fija cómo deben responder las agencias gubernamentales ante los ciberataques.
Después de que el FBI anunciara que está investigando un posible ciberataque contra el Partido Demócrata estadounidense mediante el cual se han filtrado una serie de emails comprometidos, la Casa Blanca ha decidido publicar el manual de actuación contra los ciberataques. Este, que llevaba años elaborándose, incluye una escala de cinco puntos para valorar la gravedad de un incidente, es la primera que aborda el papel específico de las agencias federales en la coordinación de los esfuerzos para investigar y responder a violaciones de la ciberseguridad en el Gobierno y en el sector privado.
La directiva define que un ciberincidente significativo es aquel que puede causar daño en la seguridad nacional o en intereses económicos, en las relaciones exteriores o en la confianza pública, la seguridad sanitaria o las libertades civiles del pueblo estadounidense, según el documento de la Casa Blanca.
“Para dejarlo claro, estamos en medio de una revolución de la ciberamenaza, que está haciéndose más persistente, diversa, frecuente y peligrosa cada día”, dijo Lisa Monaco, asesora de antiterrorismo de la Casa Blanca, en una conferencia sobre ciberseguridad en Nueva York. Según indicó, la nueva directiva política presidencial “ayudará a responder una pregunta que se escucha muy a menudo entre corporaciones y ciudadanos por igual: ‘Tras un ataque, ¿a quién llamo para pedir ayuda?'”.
Asimismo, Mónaco se refirió a Rusia y China como ciberadversarios cada vez más resueltos, al tiempo que destacó que Irán y Corea del Norte son capaces y tienen la voluntad de llevar a cabo ataques destructivos.