Pagar por ser «hackeado». Un niño finlandés de 10 años ha sido capaz de encontrar uno de los fallos de Instagram, por lo que ha ganado 10.000 dólares después de que Facebook prometiera dicha cantidad de dinero a aquel programador que fuera capaz de detectar alguno de los resquicios vulnerables de la popular aplicación de fotos que pudieran afectar a sus usuarios.
El joven se llama Jani y ya es todo un experto, puesto que anteriormente —y junto a su hermano gemelo— ya había encontrado otros errores en diferentes aplicaciones, según los comentarios de su padre en los medios locales que han recogido la noticia.
Concretamente, el niño finlandés ha destapado un problema en el sistema de comentarios de Instagram, que hasta ahora permitía borrar comentariosdesde servidores remotos, aunque el titular de la cuenta no hubiera dado la orden.
Práctica habitual
Esta es una práctica habitual en este tipo de empresas, que prometen altas cantidades monetarias a aquellos amantes de internet y la programación que sepan encontrar los fallos en sus webs o aplicaciones que hayan pasado por alto los informáticos en nómina.