El director del FBI, James Comey, reconoció este martes que su agencia cometió un “error” al cambiar el Apple ID, o contraseña, para acceder a las cuentas de Apple, del autor de un tiroteo en California en diciembre, lo que desencadenó el caso legal en marcha contra la firma tecnológica.
Comey compareció este martes ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes de Estados Unidos junto con el principal asesor legal de Apple, Bruce Sewell, para hablar sobre privacidad y seguridad.
El Buró Federal de Investigación (FBI) quiere que Apple diseñe un software que ayudaría a desactivar la seguridad en el iPhone de uno de los autores del tiroteo de diciembre pasado en la ciudad californiana de San Bernardino, que dejó 14 muertos y 22 heridos, en un caso que se investiga como terrorismo. Apple se niega a acceder a la petición del Gobierno y aduce que lo que pide el FBI debilitaría la seguridad de todos los teléfonos.
Comey reconoció este martes que se cometió un “error” en las 24 horas posteriores al ataque en San Bernardino, lo que eliminó la posibilidad de que se realizase una copia automática de seguridad en la nube (iCloud) de los datos almacenados en el teléfono.
Comey precisó, con todo, que la copia automática de seguridad no les habría permitido obtener toda la información que los investigadores quieren lograr del teléfono.
El responsable del FBI reconoció también que si la agencia gana el pulso contra Apple en los tribunales se establecería un precedente que podría usarse en otros casos. Comey no especificó a cuántos teléfonos querrían acceder e indicó, simplemente, que hay “un montón” de dispositivos que tienen información que necesitan los agentes del orden.
Equiparó, por lo demás, la encriptación impenetrable de los dispositivos de Apple a un “vicioso perro guardián” que dificulta la labor del FBI en su lucha antiterrorista y contra criminales.
Un juez de Nueva York se negó este lunes a obligar a Apple a desbloquear un iPhone en un caso de narcotráfico abierto en los tribunales del distrito de Brooklyn. “Después de recibir los hechos y los argumentos de las partes, concluyo que ninguno de estos factores justifica imponer a Apple la obligación de asistir a la investigación del Gobierno contra su voluntad. Por ello, niego la moción”, dice la sentencia.