Alphabet, la matriz de Google, da un nuevo paso en el desarrollo del coche autónomo, al anunciar que este proyecto operará bajo una empresa completamente independiente en su estructura corporativa. La nueva filial se llamará Waymo y permitirá dar una visibilidad propia a los avances que vaya experimentando esta tecnología, una de las grandes apuestas de la firma Mountain View, que ahora quiere explotar.
El anuncio se hace un año después de que Google pasara a llamarse Alphabet y cuando se cumplen siete años desde que la compañía empezó a experimentar con los sistemas de conducción autónoma. Hasta ahora este programa estaba incluido en el capítulo de otras apuestas. La nueva estructura corporativa busca que los inversores puedan diferenciar mejor como rinde cada negocio.
Waymo, por tanto, deberá demostrar a partir de ahora con cifras que puede llegar a ser un proyecto comercialmente viable. John Krafcik, el responsable del programa de coches autónomos, afirma que este decisión de separarla en una compañía independiente es “una indicación de la madurez” que alcanzó ya su tecnología. “Podemos imaginarla siendo utilizada en una multitud de áreas”, afirma.
El nombre elegido para la compañía es la versión abreviada de “un nuevo camino en la movilidad”, la misión central del proyecto. Alphabet, que le seguirá haciendo de paraguas, lleva la delantera en el desarrollo de esta tecnología. El año pasado empezó a realizar por las calles de Austin (Texas) las primeras pruebas de su coche sin volante y sin pedales en condiciones de tráfico real.