Desde este martes el servicio de mapas de Google, Maps, cuenta con una mejor calidad en sus imágenes satelitales gracias a un trabajo en conjunto del satélite de la NASA y Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) que permiten una mayor nitidez en los detalles geográficos.
Gracias a las capturas realizadas por la sonda Landsat 8, posicionada en su órbita desde 2013, el gigante de internet ha sido capaz de actualizar tanto Google Maps como Google Earth.
“Landsat 8 captura imágenes con mayores detalles, colores más verídicos y con una frecuencia de captura sin precedentes que entrega al menos el doble de imágenes de lo que hacía su antecesor Landsat 7 -utilizado en las versiones anteriores de Maps- cada día”, destacan desde Google sobre esta actualización.
Uno de los principales problemas que enfrenta la empresa al confeccionar estos mapas es que “las imágenes satelitales siempre están pobladas con nubes, pero lo bueno es que estas nubes no siempre están sobre el mismo lugar”, por lo que tras mirar millones de imágenes “hemos tomados los pixeles más nítidos para ponerlos juntos y entregar estas imágenes de mayor calidad y libres completamente de nubes”.
Para lograr este proceso, Google debió procesar información de más de 700 billones de pixeles, lo que significa al menos 70 veces más del número estimado de galaxias en el universo.
La compañía decidió actualizar sus imágenes al nuevo satélite, luego de que en 2013 el Landsat 7 comenzara a presentar fallas en la entrega de las fotografías enviadas a la Tierra.