
Los drones se han convertido en dispositivos muy útiles para realizar determinadas tareas, así como se han convertido en un elemento casi de culto entre los aficionados al aeromodelismo o la electrónica. Sin embargo, uno de los principales peligros de los drones es el daño que puede causar al impactar con un ser vivo, de ahí que su uso se determine por una regulación.
Para saber qué tipo de daños pueden causar éstas naves al impactar, investigadores de la Universidad de Aalborg han construido un rail en el que simulan el choque de dron de un kilo que vuela a 54 kilómetros por hora contra la simulación de un ser vivo.
De momento esta versión es la primera que han creado y los propios investigadores explican que irán afinando tanto la catapulta que hace impactar al dron, como la gestión de la cámara, como los futuros análisis de datos que permitirán determinar la tipología de las heridas, aunque supone un avance para, al menos, poner en alerta los peligros de estas naves y mejorar su seguridad.
En el vídeo se puede ver como una hélice de plástico de un dron a 40 kilómetros por hora puede convertirse en un auténtico puñal que se clava varios centímetros en la carne de un cerdo.