Con la llegada del verano empieza la temporada de los campamentos infantiles. Pero este de Zánka, en Hungría, tiene una particularidad. Aquí los más pequeños vienen a descubrir las nuevas tecnologías.
Una de ellas es la impresión en 3D. Las compañías húngaras de este sector quieren mostrar su funcionamiento a los niños, ya que podrían formar parte de su día a día en un futuro cercano como explica el responsable de CraftUnique, Attila Horváth:
“Creemos que si enseñamos esto a las futuras generaciones podrán usarlo en el futuro y, cuando crezcan, podría formar parte de su vida. Lo usarán y esta tecnología se dará a conocer y ayudará a la gente en su día a día”.
Tamás tiene solo 14 años, pero es todo un experto en la materia. Empezó a manejar las impresoras 3D hace cuatro años y enseña a los niños su funcionamiento:
“Diseño e imprimo cosas sobre todo para mis compañeros de clase y de colegio. También hay gente que contacta conmigo en internet y me pide algo impreso en 3D. Lo diseño o esa persona me envía una foto del modelo y yo lo imprimo”.
“Es muy emocionante ver cómo funciona la impresora y me encanta verla. Es muy interesante lo que nos ha contado Tamás, de cómo creaba objetos con ella”, decía una niña.
Por el momento las impresoras 3D no están al alcance de todos los bolsillos. Sin embargo, esta tecnología será más accesible para todo el mundo en un futuro cercano.