Desde hace algunas semanas se dispuso en el país el uso de brazaletes electrónicos a unos cinco imputados de diversos delitos, iniciándose de esa forma la aplicación de un dispositivo que se coloca en una pequeña correa para que se pueda adherir en la pierna de la persona que se le aplique como medida de coerción, de conformidad al Código Procesal Penal en su artículo 226, que establece en el acápite 5 que el juez puede imponer como medida “la colocación de localizadores electrónicos, sin que pueda mediar violencia o lesión a la dignidad o integridad física del imputado”.
La base del funcionamiento de un brazalete o grillete electrónico es un circuito que junto a diversos componentes electrónicos incluye un receptor / transmisor de posicionamiento global (GPS), que bajo múltiples mecanismos de geolocalización permite enviar la ubicación de la persona que tiene puesto el dispositivo, pues el mismo usa como base la tecnología de chip GSM que usamos para nuestros celulares, por lo cual asociado a cada brazalete o grillete hay un número telefónico que permite llamar, localizar y monitorear todo el tiempo al imputado. Ya que esta tecnología funciona con la red celular en su componente de mayor cobertura de datos que es GPRS; es por ello que para poder un imputado usar el brazalete electrónico debe estar en un área de cobertura celular; no necesariamente 2G, 3G o 4G; si hay señal celular funcionaria con la cobertura más básica, ampliando de esta forma la cobertura y efectividad de esta modalidad tecnológica.
Adicionalmente, la correa con la que se adhiere a la pierna el brazalete electrónico tiene internamente hilos de acero para hacerla mucho más resistente, y una fibra óptica que genera una alerta si es abierta o rota. Junto a una duradera batería que permite 28 horas de uso con una sola carga, con un extenso cable de carga equivalente al usado para cargar un celular, por lo que la carga no será una limitación.
Esta interesante modalidad de medida de coerción debe siempre aplicarse en el marco de la ley y tomando todas las previsiones para que sea un éxito, con la supervisión y los controles adecuados, para que contribuya al descongestionamiento de nuestros recintos penitenciarios o cárceles.