MEGA se verá obligada a entregar datos privados de algunos de sus usuarios a un juzgado de Estados Unidos.
La sentencia se ha producido en el marco de un juicio iniciado por el gobierno de Kazajistán. El sistema informático del país centroasiático fue hackeado en 2014, aunque el incidente no salió a la luz hasta un año después. Numerosos datos privados y papeles confidenciales se vieron comprometidos durante ese período de tiempo.
Como consecuencia, el gobierno de Kazajistán inició un proceso judicial en Estados Unidos contra MEGA. Los hackers, pertenecientes a un grupo opositor a la dictadura que gobierna Kazajistán, almacenaron archivos en el servicio de almacenamiento online creado por Kim Dotcom.
Entre la información que la plataforma deberá facilitar a las autoridades judiciales estadounidenses está la dirección IP de los sospechosos, sus direcciones de correo electrónico y datos bancarios.
El asunto se ha convertido en un debate sobre la privacidad en Internet. Es el motivo que ha hecho que ONG como Electronic Frontier Foundation hayan intervenido. Esta entidad en cuestión defiende el derecho del diario kazajo Respublika a publicar los documentos robados por los hackers.
Stephen Hall, presidente de MEGA, ha expresado su preocupación por las consecuencias que puedan derivar del proceso. Se muestra desconfiado con respecto a la forma de actuar del gobierno centroasiático, denunciado por varias ONG defensoras de la democracia y los derechos humanos.