Nos guste o no, vivimos en una era en la que si algo no se compartió en redes, no sucedió. La llegada de un nuevo integrante a la familia, viajes por el mundo o simplemente el menú del día, absolutamente todo deber ser compartido con “el mundo” o al menos aquellos que nos siguen en las distintas plataformas sociales.
Probablemente una de las culturas que más fomenta esta documentación digital de nuestras vidas sea la asiática, precursores a nivel mundial, incluso antes de la creación de Facebook e Instagram, del uso de cámaras fotográficas y de video en esta inmortalización de los sucesos del día a día.
Por eso no es de extrañar que haya sido una empresa de origen chino, más precisamente Zero Zero Electronics, la responsable de desarrollar un drone con cámara incorporada que cuenta con un sofisticado procesador de inteligencia artificial que sigue a su usuario a todas partes sin que este tenga que indicarle nada al dispositivo.
El prototipo que todavía se encuentra en desarrollo promete combinar lo mejor de dos mundos. Por un lado brinda la estabilidad de imagen y versatilidad que sólo un drone puede ofrecer y por el otro libera completamente las manos del usuario para que este pueda realizar sus actividades, y ante todo grabarlas, sin tener que estar manipulando un control remoto y selfie-stick.
El cuadricóptero en cuestión no es el primero de su tipo, al haber en el mercado dispositivos similares, pero a un precio bastante superior al estimado de $600 dólares que el creador del Hover Camera asegura costará su dispositivo en fase de desarrollo.
Su cámara 4K Ultra HD de 13 megapixeles graba videos en alta resolución, con la posibilidad de tomar fotos panorámicas en 360 grados. “Teníamos varios objetivos de diseño en mente, entre ellos crear una cámara voladora que sea portátil y segura, y a la vez fácil de usar para cualquier persona” afirmó el CEO y fundador de Zero Zero Robotics Meng Qiu Wang.
Su peso inferior a los 250 gramos le permite quedar fuera de las regulaciones impuestas por la FAA en Estados Unidos que requieren que usuarios de drones registren sus dispositivos y obtener una suerte de licencia para poder operarlos. Una vez plegado, su tamaño no supera el de un iPhone 6S Plus por lo que resultará lo suficientemente práctico para ser llevado a todas partes como un smartphone.
Otra de sus características, que seguro resultará atractiva para padres, es que el dispositivo es completamente amigable con los niños, al tener sus cuatro hélices completamente cubiertas por una red de fibra de carbono lo que evitará cualquier tipo de accidente al momento de manipularlo.
La empresa ya recibió más de $25 millones de dólares de parte de inversores interesados en que el dispositivo salga al mercado cuanto antes, confiando en que se convertirá en un suceso de ventas. Habrá que ir preparándose para convivir con estos “paparazzis flotantes” adonde quiera que vayamos.