El nuevo iPhone 7 de Apple prescindirá de la omnipresente entrada para audífonos, anunció Phil Schiller, vicepresidente de mercadotecnia de la empresa, el miércoles 7 de septiembre, durante el evento publicitario que se llevó a cabo en San Francisco.
Muchos escritores sobre tecnología alabaron las posibles implicaciones de este inmenso cambio para los teléfonos móviles: mejor calidad de sonido, diseño más delgado y una mejor resistencia al agua, por mencionar solo algunas.
Sin embargo, los nuevos AirPods inalámbricos (que se podrán comprar como accesorio de lujo) literalmente serán transmisores de radio en tus orejas, cosa que podría tener efecto en tu salud.
“Creo que es desafortunado, porque Apple reconoce en las letras pequeñas —que suelen estar ocultas— que tienes que mantener los teléfonos móviles… alejados del oído y la mayoría de las personas no lo hace”, dijo Anthony Miller, asesor en jefe del Environmental Health Trust, una asociación civil que estudia la radiación y el uso de los celulares.
La mayoría de las personas habla por celular teléfono lo sostiene directamente en contacto con la oreja y Apple efectivamente advierte de la exposición de los consumidores a la radiofrecuencia (RF), aunque esta advertencia está sepultada en la sección legal del sitio web de la empresa. También lo puedes encontrar en tu iOS con la siguiente ruta: Configuración > General > Información > Aviso legal > Exposición a RF.
En el penúltimo iPhone, el 6S, Apple recomienda: “Para reducir la exposición a radiofrecuencias, utilice una opción de manos libres, como el altavoz incorporado, los audífonos incluidos u otros accesorios similares. Transporte el iPhone a una distancia mínima de 10 mm del cuerpo para garantizar un nivel de exposición que no supere los niveles probados”.
Aunque los audífonos inalámbricos efectivamente aumentan la distancia entre tu celular y tu cabeza, en realidad solo reemplazan un dispositivo radiotransmisor por otro. Apple señaló que en la compra de un iPhone 7 y un iPhone 7 Plus se incluirán los audífonos con conexión al puerto Lightning, así como un adaptador para los consumidores que prefieran seguir usando sus audífonos alámbricos de 3.5 mm. Pero en el caso de muchos usuarios, este paso adicional servirá como catalizador para hacer la transición a Bluetooth.
La Organización Mundial de la Salud clasificó en 2011 los campos electromagnéticos de las radiofrecuencias como carcinógenos potenciales para humanos “con base en el mayor riesgo de desarrollar glioma, un tipo de cáncer cerebral maligno relacionado con el uso del teléfono a través de dispositivos inalámbricos”.
Las RF de cualquier dispositivo inalámbrico (un celular, unos audífonos Bluetooth o un ruteador inalámbrico) emiten radiación no ionizante. Estos dispositivos no son tan peligrosos como los que emiten radiación ionizante, tales como las máquinas de rayos X, aunque algunos expertos mantienen sus reservas al respecto.
“El mayor problema que tenemos es que sabemos que tienen que pasar varias décadas de exposición a la mayoría de los factores ambientales antes de que veamos verdaderamente sus consecuencias”, dijo Keith Black, director del departamento de neurocirugía del Centro Médico Cedars-Sinai de Los Ángeles, Estados Unidos, a CNN.
“Lo que pasa con la radiación de microondas, en términos más sencillos, es parecido a lo que pasa con la comida en el horno de microondas: esencialmente cocina el cerebro”, dijo Black. “Así que además de provocar el desarrollo de cáncer y tumores, podría haber otra serie de efectos sobre la función de la memoria cognitiva, ya que sostenemos nuestros celulares sobre los lóbulos temporales de la memoria”.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) publicó en mayo un reporte parcial basado en experimentos sobre los posibles riesgos a la salud por radiación de la radiofrecuencia de los teléfonos celulares en ratas y ratones.
CNN no suele informar sobre estudios en animales porque los resultados no suelen aplicarse a los humanos. Sin embargo, los tumores raros, agresivos y malignos que se presentaron en ratas macho son los mismos que se detectaron en estudios epidemiológicos en humanos que usan celulares por periodos prolongados.
“La razón por la que publicaron un informe parcial fue que el científico que dirigía el estudio se dio cuenta de lo extraordinariamente importantes que eran esos resultados”, dijo Devra Davis, fundadora y presidenta del Environmental Health Trust. “No sé de otra sustancia del Programa Nacional de Toxicología con la que se habrían presentado esta clase de resultados”.
El HHS señaló que los resultados completos de los estudios con ratas y ratones se someterán a la revisión del gremio y se darán a conocer a la opinión pública a finales de 2017.
Por ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) señala que “si hay riesgo de exposición a la energía de radiofrecuencias (FR) por el uso de celulares —y hasta este punto no sabemos si lo hay—, probablemente es muy reducido”. No obstante, si te preocupa estar expuesto, la FDA recomienda reducir el tiempo que usas tu celular y usar la función de altavoz o unos audífonos alámbricos para maximizar la distancia entre tu cabeza y tu celular.
“Entiendo que la generación actual de teléfonos contiene acelerómetros más sofisticados que indican si el teléfono está cerca de la cabeza para reducir automáticamente la cantidad de energía al nivel más bajo posible con el fin de ahorrar batería y reducir la exposición [RF] del cerebro o el cuerpo, lo que podría indicar que existe la necesidad de reducir la exposición directa de las personas”, dijo Davis, quien también es profesora invitada en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Apple no respondió de inmediato a la solicitud que CNN le hizo para confirmar la existencia de esta tecnología o de su propósito.
La Asociación de Industrias de Telefonía Celular (CTIA, por sus siglas en inglés), que representa a la industria de la tecnología inalámbrica, rechaza categóricamente la idea de que la energía de la RF tiene efectos adversos sobre la salud de los usuarios de teléfonos celulares. “El consenso de la comunidad científica, basado en la revisión de la evidencia por parte del gremio en Estados Unidos y en varios países, indica que los dispositivos inalámbricos no representan un riesgo a la salud pública en el caso de adultos ni de niños”. No obstante, recomiendan que “quienes sientan inquietud… dejen más distancia entre su cuerpo y la fuente de la RF a través de un dispositivo manos libres y reduzcan el tiempo de llamada”.
Al igual que Davies, Sanjay Gupta, jefe de corresponsales médicos de CNN y neurocirujano en activo, dice que siempre usa audífonos alámbricos para hablar por celular.
“Es algo muy sencillo y elimina casi toda la exposición al celular”, dijo Gupta.
Miller, exasesor de la Organización Mundial de la Salud y aficionado confeso a las Mac, dijo que usa una conexión alámbrica a internet en vez del WiFi cuando es posible. Su computadora de escritorio está conectada a través de un cable y si se ve obligado a usar una laptop cuando viaja, siempre la coloca sobre una mesa y no sobre su regazo.
“Con los teléfonos de hoy estamos en una situación parecida a la de los autos de la década de 1960”, dice Davies. “Algunas personas dijeron que necesitábamos cinturones de seguridad y bolsas de aire; ahora todo el mundo está de acuerdo en que las necesitamos”.