El dominicano que navega por la Internet lo utiliza en primer lugar para la mensajería instantánea, en segunda proporción para las redes sociales y en tercera para recibir o enviar correos electrónicos.
Así lo ha medido la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) en la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar 2015). Estos resultados presentan una variación con respecto a la versión de la encuesta de 2013 en la que las redes sociales ocupaban el primer lugar, seguidas de la mensajería instantánea y en tercer puesto para fines educativos, que pasó en 2015 a una quinta posición.
“Las herramientas de mensajería instantánea como WhatsApp y Telegram, entre otras, se agrupan dentro de las redes sociales, se denominan ‘Dark Social’ o Redes Sociales Privadas, es decir, los usuarios dominicanos utilizan masivamente las redes sociales”, indica Arturo López Valerio, especialista en comercio electrónico y CEO de Tabuga, una empresa asociada a Google en monetización.
¿Por qué ocurre esto? López responde que es importante ver las redes dentro de la evolución de los pilares del Internet como la búsqueda (Google), la interacción (Web 2.0) y los “smartphones” o celulares inteligentes (al lanzarse el iPhone en el 2007).
“Las redes se convirtieron en el nuevo pilar, donde considero que aún estamos en la era Social (la cual permanecerá por mucho tiempo), porque las redes combinan todos los contenidos en formatos múltiples (texto, imágenes, vídeo y realidad virtual), permiten la interacción con múltiples usuarios y se adaptaron magistralmente a la experiencia móvil, redefiniendo el concepto de relación entre los seres humanos”, dice.
En un país de aproximadamente 10 millones de habitantes, para junio de 2015 el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) reportó 4,479,499 líneas de Internet, que se elevaron a 5,410,149 para junio de 2016.
Se destacan cuatro actividades en la red en las que las mujeres superan en porcentajes a los hombres: para conseguir información de salud (35.5 % contra 25.5 %), para realizar trabajos de educación o aprendizaje (61.5 % y 51.7 %, respectivamente), para leer o descargar libros, periódicos o revistas (43.1 % frente a 41.0 %) y para realizar o recibir llamadas de larga distancia usando telefonía sobre Internet (43.3 % contra 41.6 %).
A medida que aumenta el nivel de escolaridad, mayor es la proporción de personas que usan la red para leer o bajar libros electrónicos.
¿Cuál dispositivo es el preferido para acceder a la Internet?
La respuesta es el teléfono celular, por mucho, 85.6 %. La computadora de escritorio queda en un tanto lejano segundo puesto, con el 49.5 % seguida de cerca por la computadora portátil con 46.7 %.
Las estadísticas arrojan una reducción en el uso de los centros de Internet por paga como lugares para conectarse, debido a que es la última opción indicada por los entrevistados, con 29.1 %.
La mayoría accede en cualquier lugar a través de un teléfono celular.
La cantidad de hogares con acceso a Internet en la República Dominicana ha aumentado considerablemente. En el 2005 era el 3.1 %, en 2015 subió a 23.6 %.
El Gobierno ha lanzado un programa llamado República Digital para aumentar el acceso de la gente a las tecnologías de la información. Todavía hay una brecha que estrechar y así lo arrojan las estadísticas.
Conforme a los datos de la Enhogar 2015, las diferencias urbanos-rurales y regionales son notables, pues en las áreas urbanas el porcentaje de uso de la Internet es mucho mayor.
¿La preferencia de la gente seguirá?
“Actualmente tenemos un contexto que hace 16 años no existía: la Big Data”, indica López.
Considera que con la acumulación constante de datos de los usuarios a escala mundial, “la predicción de tendencias es cosa del pasado”.
“Con los datos se puede influenciar el futuro. Esto lo ha entendido perfectamente Facebook y por esta razón es el conglomerado con las aplicaciones de redes (abiertas y privadas) que encabezan los primeros puestos a nivel global”, comenta.
¿Desaparecerán las redes sociales? “No desaparecerán”, responde, “sino que cambiarán el formato de contenidos que los usuarios pueden consumir”.
“La nueva tendencia es la realidad virtual”, concluye.