Donde antes se levantaban sucias y viejas cabinas telefónicas, el Ayuntamiento de Nueva York está instalando puntos de acceso de banda ancha que darán una conectividad sin precedentes a los que pasean o conducen por las calles de Nueva York. El servicio LinkNYC es, para los ciudadanos que todavía no lo conocen, poco más que un mueble urbano alto, de más de dos metros de altura, con un anuncio en uno de sus lados, y una tableta táctil en el otro.
Pero su verdadero interés reside en lo que no se ve. Instalado en la 15ª con la 3ª Avenida, el primero de estos puntos de acceso inalámbrico ofrece un ancho de banda simétrico de 300 megas a través de una conexión WiFi convencional (802.11 ac) y a un alcance de hasta 50 metros.
Y lo mejor de todo es que es gratis. Esta especie de kiosko de internet permite a cualquiera conectarse a su red sin pagar, y realizar videollamadas, descargarse su serie favorita o cualquier otra cosa que se le ocurra.
Este peculiar mueble también cuenta con cargadores USB (la electricidad también la regala), deja hacer videollamadas sin cobrar, cuenta con un servicio de información a ciudadanos (mediante la pantalla táctil) y confía a cambio en hacer caja con la publicidad convencional que luce en sus costados.
Son muchos los que, como informa Engadget, se plantean ahora si tiene sentido pagar por tener una conexión de banda ancha en casa (el promedio en EEUU es de 30 megas), cuando a tu domicilio llega la señal de estos monstruos de la conectividad de LinkNYC. Y lo más paradójico es que la compañía ya ha asegurado que no impedirán a nadie que se conecte continuamente desde su casa.
LinkNYC planea extender esta red en los próximos meses y sus kioskos, que se conectan a través de la red de fibra óptica existente en el suelo, crecerán hasta alcanzar el medio millar en verano. A medio plazo, el plan es llegar a los 7.500.