Aunque puede haber muchas razones para activar la modalidad, algunos la llaman “navegación porno”.
Se trata de la posibilidad de navegar internet sin dejar rastro. Supuestamente.
La mayoría de los navegadores más populares la ofrece. Además de ocultar evidencia que no te convenga compartir por cualquier razón de los sitios que has visitado, es una forma de evitar que evitar que recolecten información sobre ti para cualquiera de sus fines.
“Puede haber ocasiones en las que no desees que haya gente que tenga acceso a tu equipo y vea esta información”, dice Firefox.
“Puedes navegar por internet en modo incógnito”, explica Chrome.
Pero en estos dos casos, como en el de otros buscadores populares, la “letra pequeña” advierte que aunque lo uses, no pasarás inadvertido: de todas maneras quedará registro de lo que hiciste.
Así que, ¿cuánta privacidad puede ofrecerte navegar de incógnito?
No mucha
Así de simple.
Pero hablemos primero sobre qué tipo de información recogen los navegadores y otras partes involucradas cuando usamos internet.
“Siempre que hacemos una búsqueda a través de un navegador de internet estamos enviando datos a unos servidores (Google, Microsoft, Apple, etc,)”, le dice a BBC Mundo Ricardo Vega, bloguero español que creó la página ricveal.com.
“Junto con nuestros datos de búsqueda, viaja otro tipo de información como localización, navegador, idioma o dispositivo“, explica.
Todos estos datos son valiosos para los grandes de la informática. Permiten, como dicen ellos, “conocer al usuario”.
“Les permite segmentarnos y ofrecernos publicidad muy personalizada a nuestro perfil lo que se convierte en el núcleo de negocio detrás de Google o Bing“, señala Vega.
“Además, esta información también puede ser de utilidad en estudios de mercado, tendencias de búsqueda y otra clase de indicadores estadísticos que estas compañías pueden explotar a través de tecnologías como el Big Data“.
¿En qué ayuda la navegación de incógnito?
En poco.
“Te permite navegar por internet sin guardar ningún tipo de información sobre las páginas web que visitas”, explica Firefox. El navegador no guarda “un registro de los sitios web que visitas”, precisa Chrome.
Esto es útil para evitar que otros servicios, como Facebook o el propio Google, sigantus movimientos a través de internet.
Algunos expertos en seguridad consideran que es una buena idea encender el modo privado cuando se están haciendo transacciones bancarias, por ejemplo.
Pero a lo que se reduce es a que “simplemente no se guarden los datos en tu ordenador“, según le explica a BBC Mundo el equipo de seguridad de S2 Grupo, una empresa especializada seguridad informática.
“Es cierto que no mandas las cookies de las sesiones anteriores. Pero te pueden seguir rastreando por otros parámetros“, añade la compañía.
¿Qué o quiénes?
En palabras de Chrome:
- Tu proveedor de internet
- Tu empleador (si estás usando una computadora en el trabajo
- Los sitios que visitas
Y aunque no hace tanto salieron de esta lista de Chrome, en la que solían figurar, también están las organizaciones de vigilancia o “agentes secretos” y los programas de malware, que bien podrían estar chequeando cada paso que das en la red.
¿Cómo puedo preservar mi privacidad?
Es la pregunta del millón.
“No está para nada asegurada y requiere bastante trabajo por parte del usuario”, explica Ricardo Vega.
“Casos como Julian Assange o Edward Snowden demuestran como tomando extraordinarias precauciones podemos proteger nuestra identidad“.
Buscadores que prometen una navegación privada, como DuckDuckGo, intentan resolver el problema a través de encriptación y con promesas de no recoger ninguna clase de datos. Pero de acuerdo con los expertos, no son infalibles.
“Respecto a buscar en privado de forma absoluta, creemos que sólo se podrían utilizando varias herramientas y métodos a la vez que técnicamente no están al alcance del conocimiento de cualquier usuario“, opina S2 Grupo.
Una de ellas es “el cifrado de comunicaciones punto a punto o el uso de VPN(Virtual Private Networks)”, apunta Vega.
“Al final, creo que la privacidad, al igual que en el mundo físico, es una cuestión de confianza entre todos los actores que participan en el proceso de envío y recepción de la información“, opina el bloguero.