Suelen decir los expertos en seguridad informática que ningún dispositivo es 100% seguro. Y ese miedo es muy común entre los usuarios de nuevas tecnologías, incluso en alguien como Mark Zuckerberg, al que se le presupone que cuenta con las mejores herramientas para protegerse digitalmente, le entran las dudas con las llamadas webcam, potencialmente «hackeables» y que pueden dejar al descubierto conversaciones privadas y fotografías.
Para conmemorar los 500 millones de usuarios de Instagram, el fundador de Facebook y propietario de esta red de fotografía publicó una imagen suya en su perfil. La simpática fotografía dio la vuelta al mundo, no solo por la persona retratada y su composición fotográfica. A numerosos usuarios no se les escapó un pequeño detalle: su ordenador portátil, ubicado en su escritorio de oficina, tenía tapada con una cinta adhesiva la webcam. ¿Paranoia? ¿Leyenda urbana? ¿Realidad? Lo cierto es que solo el pasado año,Facebook invirtió 13 millones de euros en medidas de seguridad.
Zuckerberg, según cuentan diversos medios especializados, suele manifestar recelos sobre la seguridad informática y siente verdadera paranoia de ser «hackeado», aunque recientemente un grupo de ciberdelincuentes lograron acceder a algunos de sus servicios online como Twitter o Pinterest porque su contraseña era «dadada», una combinación demasiado débil. Sin embargo, por su posición empresarial (es uno de los empresarios más ricos del mundo) Zuckerberg, de 31 años, muestra una vez más que toma precauciones.
Se trata de una forma casera para tapar la cámara y evitar así que un posible ciberdelincuente pudiera tomar el control de la misma y, por otro lado, en la imagen también se puede apreciar que utiliza cinta aislante para obstruir la entrada del micrófono situado en el borde lateral izquierdo del dispositivo.
Gracias a herramientas de acceso remoto específicas, los cibercriminales pueden interactuar con la víctima: mostrar mensajes en la pantalla, abrir un website, eliminar la barra de herramientas, abrir el CD y un sinfín de travesuras. El desconcierto de la víctima al ver que su equipo se comporta de forma extraña les divierte.
Uno de los botines más ansiados por lo «hackers» son las fotos «comprometidas» y el control remoto de la webcam puede ser una gran ventaja para ellos, según fuentes de la firma de seguridad informática Kaspersky, que consideran que los «voyeurs» «recopilan imágenes de la víctima sin que ésta sepa que está siendo grabada y dependiendo de los hábitos y principios del hacker puede publicar las imágenes».