Holfelder lidera al equipo de 400 ingenieros que creó “Mi cuenta”, el panel de gestión centralizada desde el que se pueden establecer “de forma muy sencilla” las preferencias de seguridad y privacidad de todos los servicios de Google, incluidos Gmail y Google Maps.
Allí se puede gestionar el nivel de protección de cada cuenta -con opciones como la verificación de la identidad en dos pasos, la recuperación mediante número móvil o la encriptación mediante llaves físicas- y determinar qué datos se comparten con la tecnológica.
También se pueden borrar todos esos datos o descargarlos para trasladarlos a un servicio competidor y establecer qué se hace con una cuenta en el caso de que su usuario no se conecte en un determinado periodo de tiempo.
“La gente no es consciente de que estas herramientas existen. Es un desafío aumentar la consciencia del usuario y evitar la confusión. Hay mucha idea equivocada acerca de qué pasa con los datos que Google almacena”, lamenta.
Holfelder explica que Google trata de mantener la información a salvo, pero apela a la responsabilidad individual para hacer de internet una red más segura.
“El 95% de los incidentes de seguridad en internet podría prevenirse con tecnología existente, según un informe de la Oficina federal de Seguridad en las Tecnologías de la Información de Alemania. Es una cifra descomunal. Los usuarios tienen que darse cuenta de que formar parte de este ecosistema conlleva una responsabilidad”, reflexiona.
El jefe de ingeniería destaca que el 76% de los problemas de cuentas comprometidas se derivan de contraseñas débiles.
“Los delincuentes no están interesados en los correos electrónicos que envías, sino en difundir código malicioso”, insiste el directivo, quien considera que hacer un chequeo de la seguridad de las cuentas debería ser un hábito anual “como lo es ir al dentista”.
Holfelder insiste en la importancia de tener distintas contraseñas para cada servicio de internet y de activar una verificación en dos pasos(para confirmar la identidad con el móvil).
“Mucha gente no se preocupa por la seguridad sencillamente porque conlleva un esfuerzo y si nunca les pasó nada por qué tendrían que trabajar para reforzar la configuración de sus cuentas”, sostiene en un encuentro con periodistas el responsable de producto de Google Munich, Andreas Türk.
El emplazamiento de su equipo de ingeniería implicado en las herramientas de seguridad y privacidad de Google no es casual: Alemania es un país con una conciencia profunda sobre la importancia de la protección de los datos personales.
El directivo subraya que la confianza del usuario es clave para la tecnológica: “Si violáramos ese pacto, automáticamente estaríamos fuera del negocio. Una vez que pierdes la confianza, no puedes volver a ganarla. Creo que hemos demostrado que nuestro compromiso con la seguridad y la privacidad es muy fuerte”.
Entonces, ¿por qué sigue habiendo desconfianza en torno a cómo gestiona la tecnológica los datos personales?
“No vendemos datos a nadie. Creo que la mayor parte de la gente confía en nosotros, los que no lo hacen son una minoría que simplemente habla muy fuerte”, sentencia.