Instagram está experimentando con el que podría ser su cambio de look más importante desde su estreno en 2010.
Un grupo de usuarios está viendo la aplicación con una nueva paleta de colores, que deja atrás el menú azul y lo reemplaza por un blanco, con íconos grises. Los distintos botones en sí también cambian, sumando diseños más simplificados.
Por ejemplo, el botón para iniciar una captura ahora es más parecido a una cámara (antes era un cuadrado con un círculo dentro) y el para ver los “likes” ahora es un corazón (antes era un corazón dentro de una burbuja de conversación).
La compañía propiedad de Facebook confirmó la prueba a The Verge, indicando que “a menudo probamos nuevas experiencias con un porcentaje pequeño de nuestra comunidad global. Esta es sólo una prueba de diseño”. Los reportes de cambios en la aplicación surgieron el martes y ya este miércoles usuarios chilenos indicaron que recibieron el nuevo diseño.