“¿Por qué la innovación en consolas tiene que darse cada cinco, seis o siete años?”. Esto se pregunta Andrew House, consejero delegado de Sony Interactive Entertainment y, por ende, responsable de PlayStation.
Explicación. Y es que, según el mandamás de PlayStation, los ciclos de renovación de las consolas se acortan como consecuencia del ritmo de innovación de la industria del móvil y del PC. “Parece que los consumidores han aceptado y se han acostumbrado a que los móviles se actualicen cada 12 o 18 meses. Nosotros no queremos seguir ese ritmo, pero quizá una vez cada tres años sí sea una oportunidad para el ciclo de consolas”, comentó en entrevista con la agencia EFE.
La PS4 Pro. Las declaraciones de House se dan pocos días después de que Sony presentara en sociedad a la PlayStation 4 Pro, versión más potente de la consola de videojuegos actualmente en el mercado. “Es la primera vez que la industria hace esto”, admitió, tras recordar que Microsoft -su principal competidora en el mercado del ocio virtual- sacará en 2017 una máquina más potente (Project Scorpio).
¿Salto generacional? Sony pondrá en las tiendas en noviembre la PS4 Pro, una versión con mayor capacidad de procesamiento gráfico y compatible con el juego en ultra alta definición (4k) y la tecnología HDR. Sin embargo, House pone paños fríos ante una posible polémica: “Pro no supone un salto de generación. El ciclo de consolas se mantiene igual que antes”.
¿PlayStation 5? House evitó “pronosticar” cuánto durará el ciclo de vida de PlayStation 4 y no ha precisado si la consola tendrá nuevas versiones o si el próximo cambio vendrá de la mano de PlayStation 5. Pero ha prometido que todos los juegos de esta generación serán compatibles con Ps4 y PS4 Pro.
El porqué de las cosas. Son tres las razones, destaca el ejecutivo, que llevaron a la tecnológica japonesa a introducir un nuevo hardware dos años después del lanzamiento de PS4. La primera es que los desarrolladores de videojuegos quieren que el ritmo de innovación de PC y móviles se dé también en las consolas. Le sigue la emergencia de pantallas 4k y HDR, tecnologías que añaden “profundidad y realismo” al videojuego. Y, por último, los usuarios se han acostumbrado a cambiar sus teléfonos inteligentes cada poco tiempo y no ven con malos ojos las actualizaciones tecnológicas.