El presidente electo Donald Trump, quien enfrentó una férrea oposición de algunos líderes de Silicon Valley durante su campaña presidencial, se esmeró ayer en asegurar a los titanes de la tecnología que su gobierno “está aquí para ayudarles a que les vaya bien”.
Trump, todavía saboreando su victoria en la elección, convocó a una reunión en la Torre Trump a casi una docena de líderes de la industria, la cual apoyó mayormente a la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton. Muchas personas de la industria están preocupadas de que Trump vaya a reprimir la innovación, desalentar la contratación de inmigrantes expertos y violar la privacidad digital de los consumidores.
Trump inmediatamente trató de despejar esos temores. “Queremos que sigan con la increíble innovación. Cualquier cosa que podamos hacer para ayudar a que esto siga, estaremos a su lado”, dijo Trump. “Ustedes llamarán a mi gente, me llamarán a mí. Aquí no tenemos una cadena de mando formal”. Algunos de los directores generales que se sentaron en la mesa de la sala de conferencia en el piso 25 del edificio de Trump fueron: Tim Cook, de Apple; Larry Page, de Alphabet; Eric Schmidt, de Google; Satya Nadella, de Microsoft; Jeff Bezos, de Amazon; Elon Musk, de Tesla; Ginni Rometty, de IBM; Safra Catz, de Oracle, y Chuck Robbins, de Cisco Systems. Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, asistió en reemplazo de Mark Zuckerberg, quien fue uno de los ejecutivos de tecnología que ha expresado recelo sobre la promesa de Trump de deportar a millones de inmigrantes que viven en el país de manera ilegal. También asistieron varios colaboradores de Trump y sus tres hijos mayores, que se prevé administrarán los negocios del magnate cuando asuma la presidencia. Los reporteros tuvieron acceso para ver el inicio de la reunión y la mayoría de los asistentes se retiraron sin hacer declaraciones. Un portavoz de Cisco dijo que la reunión fue “muy informativa y productiva”. Bezos, quien también es dueño del The Washington Post, que ha sido blanco frecuente de las quejas de Trump por la cobertura de la campaña, dijo que estaba “superemocionado por la posibilidad de innovación”, comentario que compartieron otros asistentes. Ninguna otra industria fue tan abierta en su desprecio hacia Trump durante su campaña como lo fue el sector de tecnología. En una carta publicada en julio, más de 140 ejecutivos, empresarios e inversionistas calificaron a Trump como un “desastre para la innovación”.
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