Uber aceleró el jueves el paso en vehículos autónomos a través de acuerdos con empresas y el lanzamiento del servicio en Pittsburg dentro de unas semanas.
La empresa detalló que en Pittsburg un número no especificado de sus Ford Fusions autónomos tendrán un conductor como respaldo, pero darán servicio a los pasajeros como los Uber normales. Los usuarios podrán elegir entre un vehículo autónomo o uno tradicional, dijo la portavoz Matt Kallman.
La compañía tiene un laboratorio de vehículos autónomos en Pittsburgh y está trabajando en esta tecnología. Por el momento la empresa californiana no tiene planes de llevar este experimento a otras ciudades.
También el jueves, Uber y Volvo anunciaron un acuerdo de 300 millones de dólares para que la armadora le provea camionetas deportivas a Uber para desarrollo de vehículos autónomos. En el futuro, las SUVs Volvo serán parte de la flota de autónomos en Pittsburgh. El fabricante desarrollará vehículos base para investigación y ambas empresas desarrollarán sus propios coches.
Uber también anunció el jueves la compra de una empresa de reciente creación llamada Otto que desarrolla tecnología que permite a los carros conducirse por sí solos.
Estas acciones están enfocadas a acelerar el paso de Uber en su plan de ofrecer vehículos autónomos en su servicio. También es la más reciente unión entre empresas de servicios de transporte de Silicon Valley y automotrices importantes.
Travis Kalanick, director general de Uber, ha dicho que el futuro de la empresa —de hecho, de todo el sector del transporte— son los autos sin conductor. Los acuerdos son una apuesta audaz para esa visión, una característica del ambicioso Uber, una empresa valuada en miles de millones de dólares.
Con la compra de Otto, Uber recibe una rápida infusión de conocimiento en este campo.
La tecnología de los vehículos autónomos todavía no está lista para las masas. Los obstáculos incluyen software que no está al 100% para uso público debido a cuestiones de seguridad manifestadas por reguladores y las dudas de si la sociedad está lista para confiar en choferes robot.
Pero la carrera ya comenzó. Las grandes empresas tecnológicas y los fabricantes de automóviles podrían comenzar a vender vehículos autónomos en unos tres o cinco años.