Una innovación tecnológica que hace vibrar al calzado ante la cercanía de un obstáculo con el cual la persona podría tropezar promete ser de gran utilidad para personas con deficiencias visuales en la Tierra y para astronautas en otros mundos.
Los videos de astronautas tropezando con las rocas lunares pueden ser un espectáculo divertido en internet, pero tropezar y caerse en la Luna y otros mundos es potencialmente peligroso. Conseguir ponerse de pie llevando un traje espacial presurizado y voluminoso puede consumir tiempo y reservas preciosas de oxígeno, y las caídas aumentan el riesgo de que dicho traje se perfore.
La mayoría de caídas suceden porque los trajes espaciales limitan la capacidad de los astronautas de percibir el terreno a su alrededor, así que unos investigadores del Departamento de Aeronáutica y Astronáutica (AeroAstro) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, y del Laboratorio Charles Stark Draper de Cambridge, Massachusetts, en la misma nación, están desarrollando una nueva bota espacial con sensores integrados y diminutos motores “hápticos” cuyas vibraciones pueden guiar a la persona que las lleve puestas, haciendo que rodee obstáculos o que levante cada pie lo suficiente para pasar por encima.
La nueva bota tendrá sensores y motores hápticos integrados cuyas vibraciones podrán ayudar a los usuarios a sortear los obstáculos o incluso a pasar por encima de ellos levantando lo suficiente cada pie en el momento preciso. Las vibraciones pasarán de una baja a una alta intensidad cuando el usuario se halle en riesgo de colisionar con un obstáculo. (Ilustración: Jose-Luis Olivares/MIT)
La innovación, obra del equipo de Leia Stirling, del MIT, ha sido presentada en público recientemente, aunque todavía no existe un prototipo definitivo. La última etapa completada en esta línea de investigación y desarrollo ha permitido determinar qué tipos de estímulos, administrados a qué partes del pie, podrían proporcionar las mejores señales de navegación. Sobre la base de este estudio, Stirling y sus colegas están planeando pruebas adicionales usando un prototipo de la bota.
El trabajo podría también tener aplicaciones en el diseño de sistemas de guía para las personas con deficiencias visuales severas. El desarrollo de tales sistemas se ha visto dificultado por una falta de medios eficientes y fiables de comunicar información espacial a los usuarios.