Según personas del entorno, Apple está trabajando en una lanzadera autónoma que trasladará a sus empleados entre las distintas oficinas de Silicon Valley, un proyecto que coincide con el de su vehículo autónomo.
En el plan, que todavía no ha entrado en la fase de producción, participarían Apple y un fabricante tradicional de vehículos; juntos desarrollarían un microbus que ayudaría a los empleados a desplazarse por el campus, Apple Park, y las oficinas más antiguas, repartidas entre Cupertino y Sunnyvale.
El servicio de shuttle, es conocido a nivel interno como PAIL, el acrónimo de Palo Alto to Infinite Loop. Desde que el diario New York Times publicara la noticia, Apple no ha querido hacer declaraciones al respecto.
El experimento es parecido a otras pruebas a pequeña escala en zonas geográficas limitadas que han llevado a cabo la división de coches autónomos de Alphabet, Waymo, y Uber. Al no ser un transporte público, y tratarse de un servicio que solo lleva a empleados, su puesta en marcha a corto plazo será más rápida, ya que los requisitos legales serán más sencillos.
El proyecto PAIL pone de manifiesto que Apple sigue intentando llegar también al complejo mercado del transporte. La compañía pretende sacar partido de su peculiar combinación de experiencia, marca y tecnología, entre otras cosas, para diversificar su negocio más allá del iPhone.
“Es probable que puedan hacer un mejor Tesla el día de mañana, aunque no queda claro que puedan fabricar algo que sea exclusivo de Apple. Eso es lo que creo que les va a costar más trabajo”, opina Benedict Evans, socio de su inversor tecnológico, Andreessen Horowitz.
El proyecto de vehículo autónomo de Apple, que lleva el sobrenombre de “Project Titan”, nació en 2014 como un intento de diseñar y desarrollar un vehículo autónomo desde cero.
El fabricante del iPhone reclutó a empleados de fabricantes tradicionales de vehículos y de sus vecinos de Silicon Valley como Tesla y Google para crear un equipo dedicado exclusivamente a tal fin. También hubo un momento en el que Apple se planteó la compra de la empresa británica de ingeniería de coches McLaren Technology Group, para acelerar su proyecto, aunque al final el acuerdo no llegó a materializarse.
El año pasado, Titan cambió de dirección después de que el ejecutivo de Apple, Bob Mansfield, tomara las riendas del proyecto.
Tras su llegada, el verano pasado hubo numerosos despidos, recuerdan personas del entorno. Desde entonces, Apple ha centrado sus esfuerzos a desarrollar los sistemas necesarios para propulsar un vehículo completamente autónomo.
En los últimos meses, sus iniciativas han perdido el secretismo que caracteriza a la firma, pasando a ser de dominio público, por los requisitos de los reguladores, que exigen que las pruebas que se llevan a cabo en vías públicas.
El pasado mes de abril, Apple recibió un permiso para probar vehículos autónomos en California y desde entonces, sus ingenieros han estado pilotando tres SUV de Lexus cerca de Silicon Valley. En su última comparecencia, el consejero delegado de Apple, Tim Cook, reconoció que se han llevado a cabo estos trabajos.