Dos semanas. Ese es el tiempo que ha tardado Apple en sacar su tecnología de conducción autónoma a las carreteras de Silicon Valley después de recibir la autorización pertinente del Departamento de Vehículos a Motor de California.
El gigante tecnológico parece tener prisa por alcanzar a su gran rival, Google, en un ámbito que ha estado sometido a una vorágine constante en la compañía de Silicon Valley a lo largo del último año. La conducción autónoma, desarrollada bajo el programa ‘Project Titan’, tal y como se conoce de forma interna, estuvo cerca de ser condenada al ostracismo en la entidad de Cupertino cuando se anunció el adiós al iCar después de que Apple decidiese recortar cientos de puestos de trabajo del equipo dedicado al diseño y elaboración del vehículo.
Sin embargo, en diciembre del año pasado, Apple remitió una carta en la que admitía su interés en mantener vivo el proyecto de la conducción autónoma, pero el objetivo ya no era crear su propio coche sino elaborar la tecnología de la conducción robotizada para posteriormente vendersela a las distintas marcas.
Entre tanto, hace algo menos de 15 días recibió permiso por parte de las autoridades pertinentes para poner a prueba su sistema, y este ya circula por las vías californianas. Tal y como informa Bloomberg, un Lexus RX450h de color blanco ha sido ‘pillado’ circulando por carreteras abiertas al tráfico dotado de la conducción autónoma proporcionada por Apple. Este sistema se compone de 64 canales Lidar, siendo al menos dos de ellos radares, y un conjunto amplio de cámaras del cual no se especifica el número.
Un hecho llamativo es que Apple ha decidido llevar a cabo su fase de pruebas en el mismo coche que Waymo, la filial de Alphabet -matriz de Google- dedicada al desarrollo del futuro de la automoción. Esta, en cualquier caso, le lleva ventaja puesto que ya ha comenzado a ofrecer en Estados Unidos su servicio de taxis autónomos.
Aunque por el momento no se sabe nada sobre qué empresas podrían estar interesadas en la tecnología de Apple, de acuerdo con fuentes cercanas consultadas por Bloomberg, el año pasado hubo conversaciones con Volkswagen y BMW para negociar una posible concesión de la tecnología.