
Cada 16 de octubre, desde 1979, se celebra el Día Mundial de la Alimentación. Esta iniciativa fue proclamada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación y tiene como finalidad concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
El desperdicio de comida es uno de los mayores problemas de la sociedad moderna. Por cada tres kilos de alimentos producidos en el mundo por lo menos uno termina en la basura. Eso significa que 1.3 mil millones de toneladas de comida se tiran a la basura, lo cual podría alimentar a 795 millones de personas que pasan hambre.
Este costo va más allá: la producción de la comida que acaba desechada ocupa cerca de 1.4 mil millones de hectáreas, casi un tercio de toda la tierra cultivada en el mundo. Los números aquí tampoco son alentadores. En Brasil, según un informe de 2012, cerca del 30 % de la producción agrícola se desperdicia. De esos alimentos desperdiciados, un 44 % son frutas y vegetales, los productos que más suelen tirarse. Las raíces y los tubérculos aparecen en el segundo lugar, con un 20 %, seguido por los cereales (19 %) y la leche (8%). ¿Qué podría suceder si buena parte de estos alimentos llegase a quien los necesita? Con ayuda de la conectividad y de la tecnología, eso podría suceder. La compañía Intel reunió algunos casos.
La aplicación Too Good To Go, creada en Dinamarca, puede ser una solución para parte de este problema. La aplicación permite a los restaurantes vender comida que se tiraría por precios menores. Cabe destacar que la comida comprada no son las sobras de lo que las personas no se comieron sino los ingredientes que fueron preparados pero que no llegaron a entrar en el montaje final de los platos.
Otro servicio destinado a restaurantes es Wise Up On Waste. La aplicación mide la cantidad de comida que el establecimiento está desperdiciando. Las herramientas hacen posible que los funcionarios de los restaurantes puedan dar seguimiento a los números,
además de mostrar cómo solucionar el problema. LeanPathfunciona de manera parecida: con él, los chefs pueden analizar lo que producen, consumen y desperdician. La aplicación también ofrece soluciones para el negocio, entrenando a los interesados a través del Internet.
Por último, hay otra manera de disminuir el desperdicio de los alimentos: aumentando su durabilidad. Según The Guardian, se están realizando pruebas para prolongar la vida de los alimentos frescos. Un estudio logró aumentar la vida útil de frutas y verduras en un día después de que se les aplicara un spray. El spray mata la bacteria responsable de echar a perder la comida. Según los relatos, el spray no alteró para nada el sabor o el aspecto de la comida.