Estudiantes de doctorado y científicos de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, en Holanda, descubrieron un nuevo tipo de conexión, que utiliza inofensivos rayos que logran transmitir los datos a una velocidad de 43 Gbps, contra el Gbps, que se logra con conexiones Wi-Fi tipo ac.
Dicha conexión no sufre interferencias con otros dispositivos al moverse, debido a su capacidad con velocidad de 43 Gbps bajo frecuencias de unos 200 Terahercios, uniendo longitudes de ondas de 1500 nanómetros.
Esto permitirá se conectar muchos dispositivos simultáneamente, con el aditivo de que nunca se presentará sobrecarga, ya que cada equipo recibe su propio rayo. Dichos rayos son inofensivos, ya que no se dirigen a las retinas de los ojos, por no tener partes en movimiento, el equipo es libre de mantenimiento.
Por otro lado, las antenas emisoras de los rayos no requieren de energía externa. Su única limitante es que se requiere una antena en cada cuarto, ya que la luz infrarroja -por ahora- no atraviesa paredes.
Lo único que no es excelente de este invento, es que el profesor Ton Koonen, que dirige la investigación, considera que se tomarán unos cinco años, antes de disfrutar de esta conexión en nuestros equipos, por ejemplo, para ver televisión con 16K de resolución, para esa época.