El nuevo Galaxy S8 sale a la venta en España este viernes. Quienes quieran comprarlo tendrán que pagar mínimo, 809 euros o 909 en el caso del modelo de mayor tamaño. Cantidades muy altas que llaman más aún la atención al saber que Samsung no se gasta ni 300 euros por cada terminal que fabrica.
Según los datos publicados por IHS Markit, el coste de fabricación total de cada S8 es de 307,50 dólares, es decir, unos 281 euros. En ese total se incluyen los 5,90 dólares (poco más de 5 euros) que se gasta la compañía en concepto de gastos de fábrica por cada terminal, de tal manera que solo los materiales suponen 301,60 dólares (275,5 euros) al gigante surcoreano.
Pocos detalles han trascendido del precio exacto de cada una de las piezas que componen el nuevo «smartphone». Los expertos de IHS Markit solo saben dos de ellos: la batería del S8 le cuesta a Samsung de 4,50 dólares (4 euros) mientras que la memoria RAM ronda los 41,50 (38 euros).
Los nuevos teléfonos inteligentes de gama alta de Samsung cuentan conpantallas infinitas de 5,8 y 6,2 pulgadas, bordes laterales curvos y esquinas redondeadas. Por cierto, las pantallas han salido al mercado con un problema: se tornaban rojizas. La compañía ha asegurado que solucionará el problema.
Los dispositivos tienen un formato 18,5:9, lo que permite operar con hasta tres aplicaciones en una sola pantalla, así como HDR+ y una resolución de 2.960×1.440 píxeles.
La otra gran novedad del S8 es la incorporación del asistente personal Bixby, aunque incompleto, algo que ha levantado ciertas ampollas.
Otra de las características del S8 es que podrá utilizarse como un ordenador cuando se asocie a un ‘dock’ que lo conecta a una pantalla y a un teclado. Una vez enlazados, el sistema operativo se adapta a un formato de ventanas (DEX).
El nuevo Galaxy cuenta además con tres medidas de seguridad biométrica, de manera que se podrá desbloquear mediante reconocimiento facial, con el iris o con la huella dactilar . Este último se ha situado en la parte trasera del terminal, algo que tampoco ha convencido. Tiene una cámara principal de 12 Mpx y una frontal de 8 con autofoco y reconocimiento facial.
Con este nuevo modelo, Samsung quiere pasar página al escándalo delGalaxy Note 7, el «phablet» que tuvo que retirar del mercado por un problema de ignición de sus baterías, que costó a la empresa más de 4.800 millones de euros.