El director del FBI, James Comey, aseguró que en Estados Unidos no existe “la privacidad absoluta”, pero agregó que el Gobierno no podrá traspasarla sin “una buena razón”, al comentar el auge de las comunicaciones encriptadas.
“No hay tal cosa como la privacidad absoluta en Estados Unidos, no hay nada que esté fuera del alcance judicial“, dijo Comey en una conferencia sobre ciberseguridad en la Universidad de Boston.
El jefe del FBI subrayó que “en las circunstancias apropiadas, un juez puede obligar a cualquiera de nosotros a testificar ante un tribunal sobre esas mismas comunicaciones privadas”.
No obstante, recalcó que los estadounidenses cuentan “con una razonable expectativa de privacidad en sus casas, sus coches y sus aparatos”.
“Es un parte vital de ser ciudadano de Estados Unidos El Gobierno no puede invadir tu privacidad sin una buena razón, comprobable en un tribunal”, afirmó Comey.
El director del FBI realizó estas declaraciones al comentar el aumento en los programas de encriptación informática tras las revelaciones del excontratista de la CIA Edward Snowden en 2013 sobre la capacidad secreta de espionaje de las comunicaciones de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
Comey no se refirió a las recientes filtraciones de WikiLeaks sobre los programas de la CIA para penetrar en teléfonos inteligentes y ordenadores conectados a internet.
Tampoco comentó al última polémica desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien afirmó el fin de semana sin aportar evidencias que su antecesor, Barack Obama, había ordenado pinchar sus comunicaciones en la sede de su equipo el pasado año durante las elecciones presidenciales.
Por último, Comey descartó que vaya a dejar el cargo antes de que se cumpla su mandato de 10 años, que comenzó en 2013.
“Están pegados a mí por otros seis años y medio más”, concluyó en referencia al final de su mandado a finales de 2023.