Un estudio de la revista Which analizando las baterías de 67 modelos de portátiles modernos cierra con la conclusión que muchos compradores ya sospechaban: no te puedes fiar de las horas de batería que prometen.
El estudio, que ha analizado portátiles de Apple, Lenovo, Toshiba, Acer, Asus, Dell y HP es claro: las promesas se pierden en el viento, o en este caso, al abrir la caja por primera vez. Casi todos los portátiles analizados cuentan con componentes similares provenientes de los mismos fabricantes, la diferencia clave parece seguir siendo la eficiencia del sistema operativo de Apple, macOS, frente a Windows de Microsoft. Algo fácilmente demostrable instalando Windows en un portátil de Apple.
Solo una marca de las siete analizadas, Apple, produce portátiles con una batería tan duradera como promete
Los procesadores siguen siendo la mayor fuente de drenado de energía de la batería de un portátil. Durante la última década, los esfuerzos de Intel, el principal fabricante y diseñador de los mismos, han estado en reducir el número de vatios que consumen.
A menos consumo de electricidad, se genera menos calor cada vez que ejecutamos un programa, vemos un vídeo o navegamos por Internet. La reducción ha sido tal que Intel y varios fabricantes han conseguido equipar portátiles con procesadores sin ventiladores que pueden ejecutar tareas comunes del día a día con soltura. Durante los últimos años, la batería de los portátiles ha aumentado gracias sobre todo a procesadores más eficientes.
Es todo una ecuación de eficiencia: los sistemas operativos necesitan capacidad de proceso (cálculos por segundo) que se consiguen dando más energía a los microprocesadores o creando arquitecturas más eficientes que consuman menos. A estos cálculos se suman las preferencias de los consumidores por portátiles cada vez más finos y livianos.
Los ordenadores de escritorio han ido aumentando paulatinamente el consumo para mejorar la capacidad, porque pueden conseguir toda la energía que necesiten del enchufe. Son comunes hoy en día fuentes de alimentación en ordenadores de escritorio avanzados de 1000 vatios para dar energía suficiente a los procesadores y tarjetas gráficas. Mientras tanto, los ordenadores portátiles de gama alta funcionan con cargadores de 60-90 vatios. El sistema operativo de Apple sigue estando mejor optimizado que Windows a nivel de consumo energético.