Gracias a Facebook, hoy más que nunca, recordar los cumpleaños de nuestras amistades, saludarlas, estar al tanto de lo que les ocurre o darles un “like” es algo muy sencillo. Pero si bien la red social ofrece estas y otras ventajas, también puede volverse una espada de doble filo.
Muchas veces Facebook hace que la comunicación que se entabla en su plataforma sea “atrofiada”. Una felicitación por un onomástico, un saludo o comentario no necesariamente transmiten los verdaderos deseos que tenemos para con las personas.
“La gente pasa mucho tiempo mirando las vidas de sus amigos, leyendo publicaciones y actualizaciones, mirando fotos y sintiendo que están conectados con ellos; sin embargo, con frecuencia, no se relacionan con ellos más allá de las pantallas de su monitor”, comenta Karen North, profesora de Medios Sociales Digitales y Directora de la Escuela Annenberg de la Universidad del Sur de California.
Los medios sociales alientan el voyerismo
La comunicación directa, esa que se entabla cuando te encuentras cara a cara con el prójimo o cuando se conversa por teléfono, pero para saber de él y demostrarle que importa, se pierde con la instantaneidad de Facebook.
Asimismo, la falsa sensación de intimidad hace que sea más fácil cuestionar si nuestros conocidos son realmente nuestros amigos, y viceversa.
Desplazarse por las publicaciones de nuestros amigos puede dar una equivocada sensación de que, a diferencia de nosotros, los demás participan de una vida social muy activa, cuando en realidad no necesariamente es así, explica la Dra. Erin Vogel a NBC News BETTER.
Este hábito genera que estemos más pendientes de lo que hacen los demás, ocasionando que nos sintamos solos al comparar la interacción de nuestros amigos Facebook con la nuestra. El resultado será una sensación de rechazados o creerse ignorado.